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Cádiz

Los retos de hallar la edad de una persona con medios técnicos

¿Es posible determinar con exactitud la edad de una persona por medio técnicos? Esta pregunta, que ha saltado a los medios de comunicación por la incógnita sobre la mayoría de edad de un presunto pirata somalí detenido, no pone de acuerdo ni a médicos ni a jueces.

¿Es posible determinar con exactitud la edad de una persona por medio técnicos? Esta pregunta, que ha saltado a los medios de comunicación por la incógnita sobre la mayoría de edad de un presunto pirata somalí detenido, no pone de acuerdo ni a médicos ni a jueces.

Aunque algunos médicos antropólogos forenses consultados por Efe también incluyen para los varones la evaluación de la bolsa testicular, son la ortopantomografía –radiología panorámica de la dentadura– y una radiología de la osificación de la muñeca –preferiblemente la izquierda– las pruebas más fiables.

Sin embargo, en la práctica se está demostrando que ninguno de estos métodos son seguros al cien por cien, aunque sean los que se tienen en cuenta con todos los posibles menores indocumentados que llegan a España por una vía o por otra, y tanto vivos como fallecidos.

Así, mientras el joven somalí conocido como Abdu Willy, arrestado y conducido a Madrid tras participar en el secuestro del pesquero español Alakrana afirma tener 16 años, el informe dental encargado por la Fiscalía de Menores al radiólogo José María Abadal concluye que su “edad más probable se sitúa por encima de los 18 años”.

Pero el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, de acuerdo con el informe de la médico forense adscrita a su juzgado, concluyó que no se acreditaba que el detenido fuera mayor de edad penal.

“Admitiéndose que existan muchas (o muchísimas si se quiere) probabilidades de que el individuo supere la edad penal, en ningún caso los informes establecen, con seguridad plena, una edad superior a 18 años, extremo que debe quedar rotundamente probado para proseguir la causa contra” el joven somalí, señalaba el juez.

El informe de la médico forense, que tenía en cuenta tanto las pruebas realizadas en el Hospital Universitario La Paz como en la clínica de radiología privada del doctor Abadal, explicaba que “la utilización de la maduración dental es un procedimiento útil, si bien existe una variabilidad mayor que en la maduración ósea del carpo o de las clavículas”.

Una apreciación que coincide con la del médico antropólogo forense Jesús Agudo, con cerca de veinte años de experiencia, y que ha dicho que es “mucho más seguro” el estudio óseo de la muñeca.

En la zona del carpo se pueden analizar un total de 20 elementos, incluido el cúbito, el radio, los metacarpios y las primeras falanges de cada dedo. Cuando todos ellos “están maduros”, se concluye que la persona tiene aproximadamente 19 años, explicó Agudo.

Y aunque en el informe enviado al juez Pedraz se estimaba que el estudio dental de Abadal sí se apoyaba en las características raciales o étnicas del joven somalí, pero que no se había tenido en cuenta en el estudio del carpo llevado a cabo en La Paz, Jesús Agudo ha considerado que “la raza no influye para determinar la edad”.

“Es verdad que no es igual el desarrollo de una persona que vive en Estocolmo que la que vive en un país subsahariano” por su genética, su alimentación o sus cuidado médicos, reflexionó Agudo, pero aseveró que “el desarrollo óseo es el mismo” en las tres razas existentes –caucasoide, negroide y mongoloide–.

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