Durante la segunda mitad del mes de julio se realizó un control arqueológico de las obras promovidas por el Ayuntamiento de Zahara y la Diputación de Cádiz, de adecuación de acceso a Zahara desde la CA-9104 PK 14, al Este del núcleo urbano, en el denominado Camino Nazarí a los pies de la fortaleza de la Villa Medieval, ocupada al menos desde la prehistoria reciente.
La zona de control arqueológico de la obra está incluida en la zona arqueológica 7 de la Carta arquelógica de Zahara denomiada Bajos del Tajo y limita por el este con el yacimiento arqueológico Villa Medieval, donde se localizan numerosos fragmentos cerámicos de época romana, islámica y moderna, así como indicios de estructuras murarias dispersas.
En el transcurso de los trabajos a pie de obra se detectaron varios indicios de posibles restos arqueológicos. Uno de esos indicios causó la intervención de los arqueólogos Luis Cobos y Esperanza Mata dando resultados positivos en una zona reducida de unos 16 m² de forma ovalada delimitada por las arcillas versicolores terciarias.
Esta fosa excavada en la arcilla y delimitada por piedras calizas estaba colmatada por depósitos de derrubios de gravillas procedentes de la ladera de la peña donde se ubica la Villa Medieval, sedimentos arcillosos con material constructivo romano (tégulas, ladrillos, tejas) y por último una capa arcillosa negruzca producida por algún tipo de combustión
Sobre este nivel de quemado y dentro de la fosa se documentaron una serie de piezas que conforman un espacio que como primera hipótesis pertenece a un locum sacrum (lugar sagrado). Entre ellas, se encuentra uncandelabrum de hierro de 1,15 m de longitud formado por una base trípode con plato, el fuste y el pomo, faltando el cuenco donde iría la lámpara o lucerna. Junto a esta piezas y esparcidas en la fosa se registraron 24 monedas de bronce datadas en el siglo II d. C. Algunas de estas monedas son acuñaciones de los emperadores hispanos Trajano y Adriano. Otras piezas encontradas junto al candelabrum son una aguja de hueso para el pelo, un pendiente de bronce y un mortero de cerámica que ha conservado en su interior la maja.
La hipótesis sobre la que se trabaja es que se trate de una zona de necrópolis ubicada en una de las vías de acceso a la población, ya habitada en época romana, y la zona descubierta es una parte de un locum sacrum , ubicado en las afueras del asentamiento principal, dedicada posiblemente a alguna divinidad y donde los caminantes y habitantes realizaban ofrendas.
La pieza más destacada es el candelabrum. En Italia (Roma y la Villa de Boscoreale en Nápoles) existen varios ejemplares; en los yacimientos de Lixus y Volubilis (Marruecos) también han sido descubiertos varias piezas de este tipo; y en España se conocen algunos de ellos. En Uxama (Soria) hay uno completo y después encontramos partes sueltas como los platos en Mérida, VillaVerde (Madrid), Albacete y Varea (La Rioja), o parte del trípode como el del yacimiento de Lacipo (Casares). Todas estas piezas fueron realizadas en bronce. Es el candelabrum romano de Zahara del siglo II d. C una pieza excepcional al estar realizada en hierro fundido y conservarse en buen estado.
La intervención arqueológica está siendo dirigida por los arqueólogos Luis Cobos y Esperanza Mata.