La lucha antiterrorista conoció en estos últimos días un escenario, hasta el momento, inédito, con la detención de un ciudadano de origen turco, Cengiz Yalzin, en una vivienda de La Línea, supuesto proveedor de explosivos para la organización terrorista Al Qaeda.
La noticia se daba a conocer el pasado jueves tras las actuaciones que dieron lugar, en la madrugada del pasado miércoles, a la detención, dentro de una importante operación con ramificaciones internacionales dirigida por la Audiencia Nacional, de dos personas de origen ruso en la localidad manchega de Almuradiel, Ahmad Avar y Muhammad Adamov, mientras viajaban en autobús desde Cádiz hacia Irún. Todos llevaban dos meses en España y fueron detenidos ante los indicios de que pudieran huir del país.
“Hay indicios claros de que estas personas podrían planear un atentado en España o en otros países de Europa y que los tres pertenecerían a Al Qaeda”, explicaba el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en rueda de prensa tras conocerse las detenciones de los supuestos terroristas.
En cuanto a los ciudadanos rusos, el titular de la cartera de Interior los definió como "extremadamente peligrosos", con conocimiento en el uso de veneno y fabricación de coches bomba. Uno de ellos está considerado "un operativo muy importante" dentro de la franquicia terrorista.
Fernández Díaz señaló también que alguno de los detenidos cuenta con experiencia en la fabricación de explosivos y conocimientos como francotirador e información en ultraligeros y aviones teledirigidos.
En el citado piso de La Línea se halló una cantidad de explosivo que, en palabras del ministro, sería suficiente para hacer volar un autobús y que "sería especialmente lesivo si se le añadiese metralla".
Fuentes de la lucha antiterrorista concretaron que se trataba de una pequeña cantidad que rondaba los 100 gramos de una cantidad aún por determinar. Además, había mecha y artefactos que podrían ser empleados como temporizadores.
Zulo
Durante el registro del chalet, ubicado concretamente en la calle Virgen de Loreto, en la barriada de Mirasierra, la Policía Nacional halló un zulo que se empleó para esconder explosivos y que fue vaciado recientemente, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
Estas mismas fuentes explicaron que fue en el marco del registro a la casa en la que fue arrestado el ciudadano turco, cuando los agentes de la Policía acompañados por los guías caninos encontraron el citado escondite.
Pese a encontrar el lugar vacío y aparentemente limpio, los perros de la Policía -entrenados para detectar drogas y explosivos- reaccionaron de manera muy nerviosa, lo que llevó a los agentes a la conclusión de que el lugar habría sido limpiado recientemente, según las fuentes consultadas.
Tras inspeccionar a fondo el lugar, la Policía encontró partículas de explosivos que ya están siendo estudiadas para determinar el tipo de material almacenado por los terroristas.
Además, la Policía registró el pasado jueves un piso situado en San Roque en el que dormían habitualmente los dos ciudadanos de origen ruso detenidos, uno de ellos desertor de las fuerzas especiales de ese país y por tanto con entrenamiento militar. Según las mismas fuentes, los agentes no hallaron nada relevante en esta vivienda.
Por su parte, las autoridades gibraltareñas, en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, también procedieron a registrar la sede de la empresa del ciudadano turco detenido en La Línea, situada en Gibraltar. En ese lugar tampoco encontraron armas o explosivos, pero sí se incautaron de documentación que estaba previsto que fuese analizada.
Además, la Policía Nacional inició el pasado viernes la búsqueda del material explosivo desaparecido del zulo, al sospechar que este material no habría salido de España.
Posteriormente, se daba a conocer que la Policía Nacional encontró fotos de carné en el piso del turco, con las que se sospecha que pretendía falsificar documentos para los otros dos supuestos compañeros de célula, de modo que estos pudiesen circular sin problemas a lo largo de todo el territorio nacional, según las fuentes.
Prisión
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ordenó el pasado viernes el ingreso en prisión de Cengiz Yalzin, ciudadano turco detenido en el chalet de La Línea, tras un interrogatorio de casi tres horas a los tres arrestados.
Los detenidos aseguraron durante su declaración que el zulo de explosivos encontrado en una vivienda de la localidad gaditana de la Línea de la Concepción era utilizado como “armario de las especias”, informaron fuentes jurídicas.
Al turco se le imputa en concreto el delito de tenencia de sustancias y aparatos explosivos con finalidad terrorista. El fiscal Pedro Martínez Torrijos le acusa también de integración en organización terrorista.
Además, ordenó que se prorrogase el plazo de detención policial de Ahmad Avar y Muhammad Adamov, de nacionalidad rusa, por un periodo de 48 horas mientras se practicaban nuevas diligencias para realizar un análisis del explosivo incautado. Ambos han sido citados para hoy por el juez.
Los dos ciudadanos rusos aseguraron que estaban en España para solicitar el estatus de refugiados políticos, tal y como uno de ellos hizo en el país vecino antes de trasladarse a Cádiz. Avar reconoció, a preguntas del fiscal, que ha estado en Pakistán y Afganistán.
Yalzin aseguró que les alojó en casa de su mujer porque mantenía una relación de amistad con ellos desde que los conoció en Turquía. Sobre el supuesto explosivo, dijo que “se lo podrían haber colocado”.
En relación con el manual de parapente que fue encontrado a los detenidos, Yalzin explicó que querían aprovechar su estancia en Cádiz para aprender a volar y él podía enseñarles. Además, ha indicado que los aviones de aeromodelismo con los que supuestamente habrían pretendido atentar, según el Ministerio del Interior, pertenecen a su hijo, que es aficionado a esta actividad.
Antes de las declaraciones, a las que asistió la juez de enlace de Francia en España, se ha procedido al volcado del material informático que se incautó, extraído de varios teléfonos móviles, un ipod y un ‘pen drive’ de 32 gigas de capacidad.
Según los primeros indicios, los detenidos podrían haber planeado una acción terrorista en España, si bien su primer objetivo parecía ser Francia, donde ya habían estado antes de instalarse en Cádiz hace varias semanas.
Fue precisamente la sospecha de las fuerzas de seguridad de que iban a desplazarse de nuevo al país galo lo que precipitó la operación para detenerlos.
El operativo fue posible gracias a la colaboración prestadas por los servicios de inteligencia de varios países, entre ellos Francia.
Durante dos semanas, los tres presuntos terroristas estuvieron bajo vigilancia y, al detectarse movimientos sospechosos de su posible salida del país vía Francia, la Policía procedió a la detención.
La alcaldesa de La Línea, Gemma Araujo, mostro su satisfacción por la “importante operación policial y judicial” que culminó con la detención del supuesto miembro de Al Qaeda en la ciudad, y recordó que "todos somos conscientes de la importancia que tiene la lucha contra el terrorismo” y que “ser una ciudad fronteriza depara este tipo de actuaciones".
