El juez ha ordenado hoy la prórroga del arresto de los siete detenidos por participar en la agresión a nueve integrantes de Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil ocurrida el pasado sábado en Algeciras, han informado a EFE fuentes próximas a la investigación.
Los siete detenidos, parte de los cuarenta invitados a una comunión que participaron en la agresión, han pasado hoy a disposición del juez.
Todos ellos han asegurado que cuando iniciaron la reyerta no sabían que el grupo al que agredieron eran agentes de la Guardia Civil, según las fuentes.
Tras su declaración, la jueza ha decidido prorrogar un día más su detención a la espera de tomar declaración a los agentes agredidos para tomar una decisión sobre los delitos que se les imputan y sobre las medidas provisionales que se adoptan sobre ellos.
Según fuentes policiales, en un principio los agresores se encararon a los agentes sin saber que eran guardias civiles, pero éstos, al ver el cariz que tomaba la situación, se identificaron como tales para tratar de calmar los ánimos.
Las fuentes policiales han señalado que, lejos de calmarse, cuando se identificaron como agentes el grupo se hizo más numerosos, con más invitados de la comunión, y continuó lanzando objetos contundentes a los guardias civiles.
De hecho uno de los agentes tuvo que efectuar tres disparos al aire, antes de que los guardias pudieran protegerse con la ayuda de dos patrullas de la Policía Nacional que acudieron al lugar.
Los agentes, miembros de un grupo trasladado a la zona para reforzar la lucha contra el narcotráfico, estaban fuera de servicio y, tras comer en un restaurante, se dirigían a coger sus coches en un aparcamiento en la vía pública, junto al que estaba el restaurante en el que los agresores celebraran una comunión.
Los siete detenidos hasta el momento por estos hechos han sido acusados por la policía de atentado contra agente de la autoridad, desordenes públicos y riña tumultuaria.
Por otra parte, la Policía Nacional ha detenido hoy a una octava persona por estos hechos. El nuevo detenido se une a Manuel R.S., que fue el primer arrestado tras ser identificado por uno de los dos sargentos que fueron agredidos junto a otros siete guardias civiles, y a otras seis personas que fueron detenidas después.