Diez mujeres que estaban siendo prostituidas han sido liberadas por la Policía en una operación contra la trata en la que han sido detenidas quince personas y ha sido desarticulada una organización criminal de origen nigeriano que estaba asentada en Málaga. En total, han sido detenidas trece personas en Málaga, una en Madrid y otra en Algeciras (Cádiz), y en los seis registros efectuados han sido intervenidos 53.000 euros y 11.000 libras, así como ordenadores, teléfonos móviles, documentación relacionada con las víctimas y efectos del vudú.
Las víctimas eran captadas en Nigeria y trasladadas por diferentes rutas hasta Málaga, donde eran prostituidas en clubes de alterne de la provincia y en el polígono del Guadalhorce de la capital, ha informado hoy la Policía en un comunicado.
La investigación comenzó a finales de 2017 gracias a la declaración de una víctima que manifestó haber sido captada en Nigeria a principios de ese año y, tras ser trasladada a España, fue explotada sexualmente durante ocho meses en el polígono de Guadalhorce.
Los agentes comprobaron que la organización estaba liderada por una mujer asentada en Nigeria, que era la principal encargada de la captación de las víctimas, mujeres en la más absoluta precariedad económica a las que exigían entre 25.000 y 55.000 euros y les hacían creer que los pagos serían fáciles de afrontar y en pocos meses habrían satisfecho la deuda.
El compromiso se consolidaba mediante rituales de vudú que se realizaban tanto en Nigeria como en Málaga, y en caso de incumplimiento las víctimas creían que tanto ellas como sus familias sufrirían males que podrían llegar hasta la muerte.
La ruta terrestre Nigeria-Níger-Libia era la más peligrosa, puesto que las víctimas tenían que atravesar el desierto y, una vez en Libia, permanecer varios meses en un campamento donde sufrían todo tipo de vejaciones y abusos hasta que se subían a una embarcación rumbo a Italia.
Los policías constataron la profesionalización y el volumen de ganancias de la organización desde 2017, al detectar que las víctimas empezaron a ser trasladadas en avión directamente desde Nigeria hasta Málaga, de forma que se aseguraban su rápida llegada a España, y con el avión aumentaba la deuda exigida.
Una vez en Málaga, se les informaba de que habían contraído una deuda con la organización, que debían ejercer la prostitución todos los días de la semana durante maratonianas jornadas y que tenían que entregar de forma semanal el dinero ganado a sus tratantes.
La rama de la organización que operaba en España era encabezaba por otra mujer que actuaba como nexo con la parte de la organización asentada en Nigeria y que, además de proveer con víctimas a otros tratantes, explotaba a algunas mujeres directamente.
Para enviar el importe conseguido a Nigeria, la organización utilizaba transacciones bancarias y envíos de dinero o transporte por medio de "mulas humanas", personas que viajaban de España a Nigeria llevando ocultas grandes cantidades de dinero.
Durante este año, la Policía ha llevado a cabo unas quinientas operaciones contra la trata y explotación sexual en las que ha logrado más de 1.200 detenciones y la liberación de 223 víctimas. La suma detectada a estas organizaciones en el mismo periodo asciende a 38 millones de euros.
Además de la liberación de estas 223 mujeres, principalmente de nacionalidad rumana, nigeriana, china y dominicana, se ha logrado la identificación, localización y liberación de veinte menores de edad.