Isabel Rodríguez Marcos tenía esa fuerza que tienen las mujeres para apartar cualquier miedo cuando se trata de hacer justicia. Su coraje, su vitalidad y su compromiso con La Línea y toda la comarca del Campo de Gibraltar eran infinitamente más poderosas que el mal que padecía cuando la conocí.
Isabel ha sido y será siempre un referente en la lucha ciudadana contra el narcotráfico y sus destructivos efectos. Señaló a los narcos en la época más dura y supo dar esperanza desde la asociación Despierta a quienes sufrían el azote de la droga. Solidaria y valiente hasta el final, no faltó a ninguna de las reuniones que tuvimos para darme a conocer de primera mano la dura realidad de la delincuencia organizada en el Campo de Gibraltar y estuvo en primera línea para enseñarme el trabajo de quienes integran la asociación que presidía.
Desde que tomé posesión como ministro del Interior, y tras conocer la situación de la comarca, me propuse dotar de medios suficientes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que el principio de autoridad y la seguridad se restablecieran en el Campo de Gibraltar.
Paradojas de la vida, ayer jueves 26 de diciembre, poco después de celebrar una reunión con los responsables de Policía Nacional y Guardia Civil de la zona para evaluar los magníficos resultados del Plan Especial de Seguridad que pusimos en marcha hace 17 meses, me llegaba la noticia de la muerte de Isabel. Solo puedo decir que, en su memoria, seguiremos trabajando para acabar con el narcotráfico porque su ejemplo nos compromete aún más con la buena gente del Campo de Gibraltar.
Quiero enviar un saludo afectuoso a su familia y a sus amigos y compañeros de la asociación Despierta. Sé que la pérdida de Isabel es irreparable, pero siempre nos confortará su fortaleza y valentía.
Gracias, Isabel por tu ejemplo. Mujeres como tú son las que cambian el mundo.
