La Delegación de Urbanismo va a arbitrar un concurso público, con objeto de regular la adjudicación de los excesos de aprovechamiento a los propietarios afectados por esta figura urbanística, con el fin de “evitar lo que se podría convertir en un mercado persa”. De esta forma, los propietarios de suelo en los denominados sistemas generales, podrán presentar propuestas de canje en zonas afectadas por los excesos de aprovechamientos, lo que por una parte procura el interés general, y de otra, según Butrón, “es lo más legal y transparente”, donde primará la mejor oferta presentada.
Los excesos de aprovechamiento surgidos en los terrenos previstos para suelo comercial e industrial, como es el caso de La Sarna o Miralrío, encarece el precio del suelo, ya que hay que compensarlos previamente con suelo en zonas verdes. Para Butrón, esto tiene su base en “la mala planificación urbanística que ha habido en la ciudad durante los últimos años, que ahora perjudica a los polígonos industriales”.