La ropa y calzado que los chiclaneros dejan de utilizar y que se recoge en los 42 puntos distribuidos por el municipio totalizaron 125.110 kilogramos durante el año 2013 recién finalizado, según ha informado la Delegación Municipal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Chiclana.
La recogida se distribuye en los 35 contenedores que la empresa East West tiene ubicados en diferentes barriadas del municipio, así como en los siete dependientes de la ONG Madre Coraje. Ambas entidades disponen de tres y dos puntos respectivamente en las Áreas de Reciclaje de Pelagatos y Urbisur.
El contenedor de recogida de mayor eficiencia fue el situado en el punto limpio de Urbisur que gestiona Madre Coraje, con 9.300 kilos. Por lo que respecta a los ubicados en plena calle la recogida fue especialmente significativa en el contenedor del centro comercial Miramar en La Barrosa, con 7.069 kilos, seguido del ubicado en la Avenida Juan Carlos I, en la barriada de Huerta del Rosario, con 5.609 kilos; éstos últimos gestionados por East West.
En cuanto a las entidades que gestionan la recuperación de la ropa usada y calzado, los niveles registrados respondieron a la proporcionalidad de puntos de que dispone cada una de ellas; así East West recogió 95.525 kilos por los 29.485 de Madre Coraje.
En este sentido, el delegado municipal de Medio Ambiente, Nicolás Aragón, ha explicado que “el reciclado de ropa cobra especial importancia en materia ambiental, no ya sólo por la cantidad de material de desecho que se evita que lleguen a los vertederos. Algunos de ellos, como los sintéticos, son de difícil eliminación”. Para añadir que “la fabricación de la ropa comporta procesos perjudiciales para el medio ambiente, muchos de los cuales pueden ser evitados con reciclado”.
Por último, destaca la labor que realiza la ONG Madre Coraje. Los ingresos que obtiene de esta actividad se destinan a labores de cooperación internacional, como el envío de ayuda humanitaria o la puesta en marcha de proyectos de desarrollo y la sensibilización y concienciación. Otro porcentaje de las prendas usadas recogidas se dirige a fines sociales a través de mercadillos o mediante la colaboración con diferentes asociaciones cuando éstas comunican la necesidad de ropa para las personas necesitadas.
