Con motivo del Día Mundial del Agua, el delegado municipal de Medio Ambiente, Roberto Palmero, ha presentado el Plan de Gestión de Riesgo por Sequía, redactado por Chiclana Natural, en colaboración con Aeopas, “cuyo objetivo es determinar qué acciones se llevarán a cabo durante posibles episodios de escasez de agua”, ha explicado el edil, destacando que “se persigue que el documento sea participado y consensuado por toda la ciudadanía y lo sectores sociales. Así, se prevé que antes del verano esté disponible el borrador del Plan de Sequía de Chiclana, para su consulta y realización de aportaciones ciudadanas”.
“Se trata de proyecto muy real y efectivo, sobre todo por la manera en la que se está trabajando. Además, Chiclana cuenta con ventaja sobre otros municipios, puesto que contamos con bastante infraestructura para soportar situaciones de sequía”, ha señalado, recordando que “existen depósitos en la Espartosa o varios pozos que podrían suministrar agua durante varios días. No obstante, la cuestión no es qué hacer en caso de sequía, sino qué podemos hacer en el día a día para evitar que llegue una situación de sequía y por ello es tan importante la participación de todos”.
“Se trata de un trabajo muy completo y apasionante, porque es una guía de trabajo para que la sociedad y las administraciones, durante los próximo 20 o 25 años podamos ir trabajando día a día para que no lleguemos a esta situación”, ha reseñado, incidiendo en que “estamos más cerca que nunca de algo así con el cambio climático, sin lluvias, con los pantanos en situación dramática en los últimos años y creemos que con este plan y la colaboración ciudadana podemos marcar los objetivos y que no tengamos que vernos en situaciones como los antiguos cortes vividos por la sequía”.
Además, Roberto Palmero ha hecho hincapié en la importancia de concienciar a la ciudadanía, “unido esto a las inversiones que tenemos que realizar, cambios en las infraestructuras, ayudar a las familias y empresas, apostar por métodos de ahorro de agua, depósitos, etc. podemos solventar un problema futuro para la ciudad y hacer que nunca más tengamos que pensar en esta problemática”. También ha destacado que “el Ayuntamiento de Chiclana puede ser pionero en muchas de las medidas que vayamos a tomar, como por ejemplo la nueva tasa de agua o la serie de arreglos realizadas en depósitos en los últimos meses”. El edil ha reseñado que “esto es solo el principio para cumplir los objetivos de cara al cambio climático, la agenda 2030 y de cara a poder dar un uso más sostenible y más normalizado de un bien tan preciado como el agua”.
Para la coordinación de los trabajos se ha creado un grupo técnico de trabajo que tras la realización del borrador de plan lo pondrá a disposición de expertos, sectores sociales, económicos y a la ciudadanía en general para que se implantación sea lo más eficaz posible.
En caso de una emergencia por seguía, cada vez más probable por los efectos del cambio climático, hay demandas prioritarias, sectores económicos más sensibles que otros. Por el contrario, también usos prescindibles que pueden ser debatidos colectivamente para llegar al mayor consenso posible.
El inicio de la redacción de este Plan se ha producido recientemente. Ya se han producido dos reuniones del grupo de trabajo formado por técnicos de Chiclana Natural y de Aeopas. No obstante, y una vez que se supere la fase inicial, se solicitará la supervisión de numerosos expertos universitarios con los que la asociación de operadores públicos trabaja habitualmente. El objetivo es que el documento definitivo no se demore más allá del próximo año hidrológico.
Los costes reales de un plan como el que afronta Chiclana Natural rebasaría los 50.000 euros de afrontarlos en solitario pero desde la empresa municipal decidió llevarlo acabo conjuntamente con la asociación de operadores públicos AEOPAS que ya viene colaborando en la redacción de planes similares en otras ciudades, por lo que los costes serán de menos 10.000 euros.
El Plan recopilará y ordenará la información básica sobre las demandas y la valoración de disponibilidades de recursos, definirá los estados de riesgo y activará las medidas especiales para mitigar los efectos de la sequía. Además, servirá para establecer responsabilidades en la toma de decisiones y para gestionar cada situación. Se trata de un documento vivo que se revisara de forma constante para adaptarse a las circunstancias y necesidades de cada momento y que tendrá en cuenta las aportaciones de colectivos, instituciones, asociaciones y grandes consumidores de agua de la ciudad a quienes Chiclana Natural invitará al proceso de participación ciudadana.
Como ejemplo de medidas que podrían afrontarse en caso de la activación del Plan de Sequía, éstas tendrán que ver con las diferentes etapas hasta la situación de crisis (normalidad, prealerta, alerta y emergencia). En la fase de emergencia, la más grave, hay una probabilidad muy alta de situaciones de desabastecimiento generalizado. Implica medidas restrictivas intensas y generalizadas para alargar el máximo tiempo posible la disponibilidad de recursos para los usos prioritarios esenciales. En la fase de alerta existe una probabilidad significativa de llegar a una situación de emergencia por riesgo de desabastecimiento por lo que se deben fortalecer todas las medidas de ahorro de agua y de carácter restrictivo sobre usos no prioritarios.
No obstante, habrá medidas sobre la gestión de la demanda (limpieza de calles, de vehículos, duchas públicas, campañas de información y educación, instalación de equipos de bajo consumo); medidas orgánicas de carácter legal o administrativo (creación de grupo de coordinación de acciones para la gestión de la sequía, tarifas que incentiven el ahorro, sanciones etc); acciones sobre las infraestructuras (alternativas de suministro, uso del agua subterránea, acciones sobre los bebederos, etc).
De esta forma el plan se percibe como un instrumento técnico que recoge tanto los conocimientos técnicos del operador del agua como las aportaciones de los grupos sociales y económicos de la ciudad. De hecho, es un requisito legal contar con un Plan de Sequía Municipal. Así La Ley 10/2001, de 5 de julio, por la que se aprueba el Plan Hidrológico Nacional ordena que los Organismos de Cuenca elaboren en los ámbitos de sus planes hidrológicos, planes especiales de actuación en situaciones de alerta y eventual sequía, que deberán ser aprobados por el Consejo del Agua, y que serán remitidos al Ministerio para su aprobación.
L Ley 9/2010 de Aguas de Andalucía, empero, establece que corresponde al Consejo de Gobierno la aprobación de los planes especiales en situación de alerta y eventual sequía (PES) de las demarcaciones hidrográficas andaluzas. Los PES dispondrán las actuaciones necesarias para asegurar el abastecimiento a la población y a las instalaciones que presten servicios de interés general, así como, en la medida de lo posible, a los restantes usuarios.
La Ley andaluza establece también la obligatoriedad de que los municipios o sistemas supramunicipales con más de 10.000 habitantes deberán aprobar planes de emergencia ante situaciones de sequía.