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Jerez

Y son 63

El martes 21 se cumplió el 63 cumpleaños del maestro universal y atemporal de la guitarra. Paco de Lucía acaba de cerrar su gira europea, y descansa en el magisterio de un legado que servirá para las generaciones futuras.

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  • La búsqueda de un equilibrio entre pasado y futuro es la clave de su personalidad creadora -
Francisco Sánchez Gomes (Paco de Lucía) nació en Algeciras a las diez de la mañana del 21 de diciembre de 1947 en la calle San Francisco, número 8. Con cinco años se mudaron a La Bajadilla, avenida La Cañá y esquina a la calle Barcelona. Cuando dejó el colegio, a los once años, se entregó en cuerop y alma a la guitarra, a un ritmo de estudio de diez a doce horas diarias. La mayor influencia artística de su infancia la recibió Paco del Niño Ricardo.

Su primera presentación en público tuvo lugar a finales de diciembre de 1959, con doce años recién cumplidos, acompañando a su hermano Pepe en el escenario de cine Terraza de Algeciras. Sus nombres artísticos fueron, primero, Paco y Pepe de Algeciras, y acto seguido Los Chiquitos de Algeciras.

En mayo de 1962, cuando Paco contaba con catorce años de edad y su hermano Pepe con quince, su padre los presentó al prestigioso concurso de flamenco de Jerez, celebrado en el teatro Villamarta y en el que concursaron figuras como Rocío Jurado, Fernando Terremoto, Paco Toronjo, Jarrito, La Perla de Cádiz y María Vargas.

Pepe ganó en la modalidad de cante por malagueñas, pero Paco, que hizo furor entre jurado y público, no tenía aún edad para concursar. Optaron, entonces, por crear un premio especial para él, el llamado premio Javier Molina, consistente en 4.000 pesetas, que junto a las 35.000 que ganó Pepe permitieron a toda la familia mudarse a vivir a Madrid, al número 17 de la calle Ilustración, en busca de trabajo y fama.

Muy pronto, José Greco, director de una de las, por entonces, compañías de ballet clásico español, decidió contratar a los dos hermanos (a Paco como tercer guitarrista) para hacer una gira por Norteamérica, que duraría nueve meses, hasta finales de 1963.

En esta gira fue tan grande el éxito de Paco, que recibió una auténtica avalancha de ofertas de trabajo. Paco, en aquella época, fue acompañante de cantaores más o menos famosos, entre ellos El Lebrijano y Fosforito. En 1966 se vuelve a ir de gira, esta vez mundial, con la compañía de Greco.

El año de vuelta a Madrid, 1967, será un año crucial en su vida. Hizo el servicio militar, viajó por toda Europa con el festival Flamenco Gitano y, tras volver, grabó con Philips su primer álbum como solista: La fabulosa guitarra de Paco de Lucía.

Comenzó Paco, además, a experimentar con el jazz, de la mano del saxofonista Pedro Iturralde y su grupo, con quienes grabó un álbum. También en 1967 conoció Paco a una de las personas que más influiría en su posterior desarrollo como músico y de todo el flamenco: Camarón de la Isla.

A partir de este año, y hasta hoy, la carrera de Paco de Lucía ha mantenido una línea ascendente espectacular, que incluye el mérito de haber convertido el flamenco, antaño arte de y para una minoría geográficamente muy localizada en España y con su epicentro en Andalucía, en un fenómeno mundial.

En 1968 ganó el primer premio en la modalidad guitarra solista en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. En el año 1969 graba su segundo álbum en solitario: Fantasía flamenca de Paco de Lucía. En 1970 gana el premio nacional de guitarra flamenca de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera, y participa en el Festival de Música Internacional de Barcelona, en el que se homenajea a Beethoven y en el que, por primera vez, la guitarra flamenca tuvo cabida en una sala de conciertos bajo la escandalizada mirada de los puristas clásicos.

En 1972 graba El duende flamenco de Paco de Lucía y en 1973 Fuente y caudal, disco que contiene la famosa rumba Entre dos aguas y que catapultó a Paco a una fama sin precedentes en el ámbito flamenco. En 1974 gana el castillete de oro para guitarra flamenca en el prestigioso Festival de Cante de las Minas, y el diapasón de oro en el Festival de Música Internacional de San Remo (Italia).

A partir de ahí, y una vez conseguidos todos los galardones más apreciados dentro del flamenco, Paco decidió no competir más. Su posterior participación en algún concurso ha sido como miembro del jurado, como ocurrió en la Bienal de Sevilla de 1984.

No obstante, Paco ha recibido muchos más premios, como el compás del cante, que los críticos del flamenco le concedieron en 1987; la proclamación de Andaluz Universal por la Junta de Andalucía; la Medalla de Oro de Bellas Artes, que recogió en Valencia en mayo de 1993; el premio El Olivo, en 1997; o el premio Pastora Pavón Niña de los Peines, en mayo de 2002... La lista completa sería enorme.

Su presentación en 1975 en el Teatro Real de Madrid culmina la brecha abierta en 1970 por su actuación en el Palacio de la Música de Barcelona. En 1977, además de tocar en concierto en la plaza de toros de Barcelona con Carlos Santana, el guitarrista de rock latino, hace un dúo con el guitarrista de jazz Al Di Meola para colaborar en el disco Elegant Gipsy.

A raíz de aquello, Paco es llamado a participar en una gira por Europa y Japón con los guitarristas de jazz de élite John McLaughlin y Larry Corryel. En 1981 y 1983 se reanudan las giras haciendo fusión, esta vez con McLaughlin y Al Di Meola, y en 1982 con el pianista Chick Corea. Mención especial requiere su merecido premio Príncipe de Asturias de las Artes, que e fue concedido el 22 de octubre de 2004.

Paco, en todo momento, luchó y sigue luchando por preservar la pureza de su arte, lo que él considera como fundamental. La búsqueda de un equilibrio entre pasado y futuro ha sido la clave de su personalidad creadora. Y para terminar este artículo, sólo me queda matizar la increíble proyección artística de este monstruo de la guitarra que sacrificó toda su vida a este arte y que no saldrá del mismo hasta que su corazón deje de latir.

La guitarra ríe cuando tú la miras
la guitarra llora cuando tú te inspiras
gime la guitarra cuando la acaricias
y cuando la tocas, la guitarra grita.

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