La crisis hídrica golpea con fuerza creciente a Europa, extendiendo sus efectos devastadores por diversas regiones. En el sur de España, la situación es crítica. Andalucía, cuna de una rica tradición agrícola, enfrenta de manera severa las consecuencias de la sequía.
Este pasado jueves, la eurodiputada Carmen Crespo, representante del Partido Popular y presidenta de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, abordó este acuciante problema en su participación del programa Acento Andaluz de 7TV Andalucía.
Desde su puesto en Bruselas, Crespo ha hecho de la gestión del agua una prioridad. “Ya el 45% del territorio está afectado por algún tipo de sequía en Europa. Por tanto, el cambio climático les va a llegar rápidamente, y si no tienen redes, no tienen capacidad”, alertó.
Sus palabras resonaron con fuerza, marcando el tono de un debate que no admite demora.
Infraestructuras insuficientes
En su diagnóstico, Crespo señaló uno de los grandes problemas que agravan la situación: la falta de inversión en infraestructuras hídricas. “Estamos perdiendo el 16% del agua. Hay territorios que pierden el 50% del agua por las redes, por no invertir”, denunció.
Estos datos revelan una alarmante ineficiencia en la gestión de los recursos hídricos, que supone un lastre tanto para la agricultura como para el abastecimiento humano.
La eurodiputada abogó por la implementación de tecnologías de desalación y la reutilización de aguas como soluciones sostenibles para frenar esta crisis. “La agricultura tiene que equilibrarse con las aguas regeneradas, y eso es fundamental. Lo tenemos que hacer”, afirmó con determinación. Este enfoque, que busca aunar sostenibilidad y progreso económico, podría marcar un antes y un después en la lucha contra la sequía.
Un problema europeo
Aunque el epicentro de esta crisis parece estar en el sur de España, Crespo subrayó que el problema trasciende las fronteras andaluzas.
“El agua está entrando bien porque Italia ya tiene problemas, Francia tiene problemas, y ahora incluso los compañeros de Holanda ya tienen problemas”, declaró, evidenciando la dimensión europea de esta problemática.
En este contexto, la eurodiputada insistió en la necesidad de una estrategia comunitaria que permita afrontar los retos compartidos y coordinar esfuerzos.
Crespo también llamó la atención sobre la urgencia de actuar ante el avance del cambio climático, que intensifica los fenómenos de sequía en todo el continente.
Un futuro sostenible
La lucha por el agua se ha convertido en un desafío existencial para Andalucía y Europa. Las palabras de Carmen Crespo son un recordatorio de que la gestión eficiente y sostenible de los recursos hídricos no es sólo una prioridad política, sino una necesidad vital para garantizar el desarrollo justo y sostenible de las regiones más afectadas.
En esta batalla, la colaboración entre países, el impulso tecnológico y la determinación política podrían transformar esta adversidad en un camino hacia un futuro más sostenible.