En quiebra técnica. Tal cual. El Ayuntamiento de El Puerto enciende todas las alarmas en cuanto a su economía se refiere. Otra vez, pero ésta mucho más en serio y crucial. El vaso se colma con el descuadre que asfixia con unos números que no terminan de ser ni viables ni asumibles.
El pulso ofertado por el tripartito al Ministerio de Hacienda será una huida hacia adelante, un mal menor que encontró en la oposición la abstención cómplice de lo votado.
A una parte, porque el Partido Popular no creyó ni conveniente votar. “Un show”, tal y como definió la celebración del Pleno. Un “show” que contó con la ausencia del líder de la oposición, que se encontraba en el Congreso.
El transcurrir de los días marcará la decisión tomada en un escenario que se vislumbra cuanto menos preocupante y desolador. Reactivar la economía con medidas reales y efectivas con políticas que ayuden a adelgazar el déficit con valentía, sin populismos y sin gestos de cara a la galería.
Algo falla cuando el presupuesto anual (cifrado en 101 millones de euros) debe asumir 30 millones (5.000 millones de las antiguas pesetas) en sueldos municipales. Un tercio del presupuesto final es destinado a pagar al personal. De esta solo se sale optimizando los recursos y ajustando el presupuesto. No hay otra.
