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Obiang abre a España las puertas del crudo guineano

Dos décadas después de que España se marchara de Guinea Ecuatorial al no ver rentable la explotación petrolífera, el presidente de este país, Teodoro Obiang Nguema, ha reabierto las puertas a las empresas españolas para unirse al negocio más boyante del país.

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Dos décadas después de que España se marchara de Guinea Ecuatorial al no ver rentable la explotación petrolífera, el presidente de este país, Teodoro Obiang Nguema, ha reabierto las puertas a las empresas españolas para unirse al negocio más boyante del país.

Obiang ha formalizado su oferta en respuesta a la del Gobierno de inaugurar una nueva etapa en las relaciones con la que fuera colonia española hasta 1968 durante la visita que ayer concluyó del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con una delegación integrada por una docena de empresarios y miembros de la CEOE.

Aquella condición de antigua metrópoli hizo que Guinea Ecuatorial concediera a España el privilegio de ser los primeros en explorar su cinturón costero para encontrar hidrocarburos.

Fue entonces Hispanoil, la actual Repsol, la que emprendió esta aventura con el Gobierno ecuatoguineano a través de un consorcio bautizado Gepsa (Guineano Española de Petróleos S.A.).

Después de cuatro años de prospecciones, Gepsa dio con bolsas de gas, pero estimó que los costes de explotación eran demasiado altos en relación con los precios de mercado de entonces.

Seis meses después, la estadounidense Walter International Corporation tomó el testigo y empezó a explotar el gran filón que se esconde bajo las aguas de este pequeño país, que con menos de un millón de habitantes, ha crecido de media en la última década por encima del treinta por ciento gracias a sus yacimientos Zafiro, Ceiba y Okumé.

Estados Unidos mantiene la hegemonía en el negocio del petróleo y el gas de la mano de gigantes como Marathon o ExxonMobil y al reparto de la tarta se han ido sumando Francia, China, Japón, Alemania y Reino Unido.

España, que compra a Guinea Ecuatorial el cuatro por ciento del petróleo que consume –nada de gas–, pretende ahora aprovechar la invitación de Obiang para no quedarse de nuevo fuera.

“No puede haber otra oportunidad”, advirtió Obiang. Guinea Ecuatorial produce ya más de 400.000 barriles de crudo al día –el 1,6% de la producción mundial– y sus reservas comprobadas eran en 2007 de 1.800 millones de barriles, es decir, más de trece años al ritmo de producción actual, según estimaciones de Exteriores.

En el ámbito gasístico, Unión Fenosa está situada desde el pasado año dentro de un consorcio de compañías como E.ON o Galp que va a construir una segunda planta de gas natural licuado en la isla de Bioko, donde está la otra capital, Malabo.

Repsol YPF explota también un bloque y ya tiene permiso para ampliar su radio de acción e ir consolidando poco a poco su presencia en el país.

“Se ha abierto la cartera de oportunidades”, según Moratinos.

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