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Sevilla

El (futuro) gran museo Bellver

Tras ver cumplido el sueño de exponer su colección donada a la ciudad, el mecenas y su mujer trabajan en una segunda muestra

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  • El coleccionista quiere que su actual casa, llena ya de nuevas obras, sea una gran sede expositiva
  • El matrimonio acaba de comprar a los Sánchez-Dalp un piso, en la misma plaza, al que trasladarse
  • La apertura de Fabiola no ha hecho que el mecenas deje de adquirir obras: justo todo lo contrario

“¡Pero si ya me ha llenado la casa otra vez de cosas!”. La frase la pronunció Dolores Mejías, mujer de Mariano Bellver, el pasado jueves durante el acto de inauguración de la muestra de la Casa Fabiola, donde al fin luce expuesta y donada la impresionante colección de arte que tanto ella como su marido han ido atesorando durante las últimas décadas y que sólo viernes y sábado de este puente cosechó más de dos mil visitas.

La dijo en tono distendido y en uno de los corrillos con amigos y familiares asistentes al acto, muy emotivo para el matrimonio Bellver. Fue un comentario divertido que, sin embargo, escondía algo mucho más serio y ambicioso. Se trata nada menos que del proyecto en cuyos preparativos llevan inmersos el mecenas y su esposa desde hace semanas, por supuesto desde la más absoluta discreción: convertir su propia casa en el futuro gran museo Bellver.

Según ha podido saber Viva Sevilla, la intención del coleccionista es que la muestra de la casa Fabiola no sea el único legado que dejar a la ciudad. Así, los planes de los Bellver pasan por que la actual casa en la que el matrimonio vive, ubicada en la Plaza del Museo y justo frente al Bellas Artes, se convierta en un gran museo familiar, tanto con recuerdos de corte familiar como, por descontado, con otra fabulosa remesa de piezas de arte.

De ahí, entre otras cosas, que el coleccionista no haya saciado su apetito por seguir recopilando valiosas obras de todo tipo en su domicilio, como confesó su mujer a los más allegados durante el acto en la Casa Fabiola.

Con todo, los preparativos no se han limitado a mantener viva la recopilación artística. Según ha podido confirmar este periódico, el matrimonio ha adquirido recientemente un piso de grandes dimensiones en la misma Plaza del Museo, a escasos metros de la casa en la que viven.

Se trata, en concreto, de un inmueble que perteneció a Socorro Sánchez-Dalp, quien fuera viuda de Manolo González, figura del toreo de los años 50 y 60, y cuyos herederos han decidido vender ahora al matrimonio Bellver.

Se da la circunstancia de que el estado de salud de Mariano Bellver es delicado. “Me dieron seis meses de vida y no creí que fuese a llegar a hoy”, confesó a la prensa el propio coleccionista el pasado jueves durante el estreno de su muestra en la Casa Fabiola. De ahí su esmero por tenerlo todo previsto y programado.

En este sentido, la intención del matrimonio es que Dolores Mejías pueda trasladarse en el futuro a vivir al gran piso del que ya disponen en la misma Plaza del Museo, y que su actual se convierta en sede de la gran exposición de la familia Bellver.

Ayuntamiento

La idea, en cualquier caso, debe aún madurar. Por ejemplo, respecto a qué papel jugará el Ayuntamiento de Sevilla en el proyecto del mecenas. Según ha podido saber Viva Sevilla, el plan de Bellver ya es conocido por distintos miembros de la corporación municipal, quienes definen muy gráficamente la situación. “Todo depende de si el Ayuntamiento se porta bien o no...”, apuntan, en alusión a cómo transcurra la experiencia que acaba de echar a andar en la Casa Fabiola.

Con todo, mientras los Bellver siguen perfilando los detalles de su próximo gran proyecto, también reciben satisfechos las noticias que llegan desde la Casa Fabiola: colas de visitantes desde el viernes, primer día de apertura.

Fabiola, pendiente de varios “remates”

La apertura de la Casa Fabiola no supone, sin embargo, que los trabajos en la nueva sede de la colección Bellver hayan acabado. Lo admitió el propio alcalde, Juan Espadas, en su inauguración. Por ejemplo, ya se trabaja en la fórmula para cubrir el patio, ahora al descubierto, y cumplir así con una de las peticiones de la familia, que ve necesario el cerramiento.

Pero hay más trabajo. Los responsables de la muestra estudian mejorar la rotulación de las obras, los paneles explicativos o incluso los entornos de las salas como la que acoge los Niños Jesús.

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