El varón acusado de un delito continuado de apropiación indebida y otro de estafa, tras supuestamente causar un perjuicio por más de 158.000 euros en una empresa de Córdoba en la que trabajaba como jefe de recambios de piezas de vehículos, ha declarado que "rotundamente no" se ha quedado con dinero de la venta de materiales.
Durante el juicio, celebrado este lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y que prevé prolongarse hasta el miércoles, el procesado ha detallado que le llegó una carta de despido, pero que no estaba completa, con una serie de imputaciones sobre él, y de la que es "impensable que reconociera todo lo que se me imputaba".
Al respecto, dice que reconoce algunos hechos que aparecían en la parte de la carta que le llegó, pero "para nada" todo lo que se le imputaba desde la empresa, según ha destacado el hombre, quien ha señalado que había "un control excesivamente estricto" para comprar material original.
Igualmente, ha comentado que "todo el mundo" en su departamento tenía acceso al almacén de piezas, incluso indica que entraba personal del taller, al tiempo que ha manifestado que pidió una auditoría en el departamento de recambios, "pero nunca se me dio", ha subrayado, todo ello después de que se observaran "desfases contables".
Asimismo, ha relatado el episodio con un compañero de trabajo que compró una serie de piezas y él le permitió pagarlas como "un crédito", algo en lo que entona "el 'mea culpa' total", porque "en ningún momento tenía atribuciones para dar un crédito a un compañero", si bien aclara que le entregó el dinero al gerente, unos 350 euros, aunque afirma que "de ahí vino todo".
En concreto, el Ministerio Público solicita para él penas por un total de ocho años de cárcel y multas de cerca de 8.000 euros, mientras que la acusación pide unos 12 años de cárcel y la defensa la absolución.
LOS APUNTES CONTABLES
Según recoge la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado ocupaba la plaza de jefe de recambios de una empresa de vehículos, en la que desde el día 1 de abril de 2007 hasta el 2 de julio de 2009, "con la intención de obtener un beneficio ilícito", presuntamente ideó una serie de apuntes contables para "apoderarse de pagos y material de la empresa".
En este sentido, el Ministerio Público detalla que se apoderó de diversas piezas y cantidades que debía haber ingresado en la empresa; se apropió de cantidades de pagos realizados por clientes --contabilizando estas operaciones como atenciones comerciales o descuentos o "haciendo desaparecer la pieza mediante una regularización contable como la pieza perdida--.
También, según el fiscal, se apoderó directamente de piezas que no abonó para uso propio y venta a terceros que luego regularizó contablemente como pérdidas; al tiempo que realizó compras y ventas de piezas inexistentes. El total del perjuicio se ha estimado en 158.503,59 euros.
En concreto, en una ocasión supuestamente se quedó con unos 53.000 euros de operaciones de compra de 'kits' de manos libres; en otro momento realizó una venta de piezas de la empresa a un trabajador, quien le entregó 590 euros que "el acusado se apropió sin reintegrar el importe a la empresa".
Asimismo, "se comprobó que se hizo figurar una compra en septiembre de 2008 de 1.500 unidades de matrícula por importe de 4.575,85 euros, pero que no entraron en la empresa". Para ello, según el fiscal, "se alteró el inventario de 2008 para hacer constar contablemente que había más matrículas de las que realmente había".