El Osasuna se llevó los tres puntos en su visita al Levante, gracias a dos goles conseguidos en el tramo final del partido, que premiaron la mayor ambición del conjunto navarro en el segundo tiempo, en el que su rival acusó la resaca europea.
El Levante, sin jugar bien, tuvo numerosas y claras ocasiones de gol en el primer tiempo, pero no las supo aprovechar. En el segundo acto, el juego y las ocasiones fueron para los de Mendilíbar que se llevaron merecidamente la victoria.
Ambos conjuntos comenzaron el encuentro con muchas imprecisiones en su juego, incapaces de hilvanar jugadas con un mínimo de criterio. El Osasuna acumulaba muchos efectivos en la medular e impedía la labor constructiva de los centrocampistas locales.
Tras tres claras ocasiones locales, el Osasuna se desperezó en ataque, aunque su mejor ocasión llegaría tras un potente disparo desde la frontal de De las Cuevas, que Keylor Navas desvió a córner sacando una mano providencial.
En la reanudación, el Osasuna salió decidido a atacar más, estirando más las líneas y buscando con rapidez las contras. Los pamplonicas estaban más vivos frente a un Levante cada vez más errático. El gol merodeaba las inmediaciones de un Keylor Navas que tuvo que emplearse a fondo para mantener a cero su portería. La mayor actividad de De las Cuevas y el permanente peligro de Armenteros cambiaron el guión del partido en el segundo tiempo.
En el tramo final, el iraní Masoud Shojaei, que apenas llevaba unos minutos sobre el campo, lanzó un colocado disparo cuya parábola perfecta se introdujo en la escuadra de la portería de un Levante. El Osasuna certificó el triunfo, tras un clamoroso error de la zaga local en el tiempo de prolongación, que Kike Solá castigó con en el 0-2.