Sigue sin conocer la victoria los hombre de Unai Emery, con un coladero atrás y con detalles en ataque. Mucho trabajo aún por delante.
El recién aterrizado M’Bia se unió a Varas en el protagonismo del once titular de Emery, que no pudo contar ni con Beto ni Marin, ambos lesionados. La baja del alemán fue paliada desde el inicio por francés Kevin Gameiro.
Comenzó bien el conjunto nervionense. Con posesiones largas y llegadas al área rival. Aunque la del Málaga en e l8 fue clarísima. Morales se plantó a solas ante Javi Varas, pero el cancerbero de Pino Montano hizo una de las grandes intervenciones de la noche y provocó que los visitantes no se adelantaran en el marcador.
Las circunstancias defensivas del Sevilla comenzaron a hacer estragos relativamente pronto. La descoordinación era patente y el Málaga sacaba provecho de ello en cada llegada. Únicamente M’Bia era capaz de mantener relativamente el equilibrio defensivo de los suyos. Curiosamente, el recién llegado. Aún así, el ataque tampoco daba las muestras de peligro de partidos atrás.
Fue en el 26 cuando Alberto Moreno encontró el hueco en su flanco izquierdo para llevar mordiente a la portería de Willy Caballero con un derechazo que apunto estuvo de enmarcar como uno de los mejores goles de la Liga, pero el argentino anduvo rápido de reflejos para sacar el chut.
Despertó el Sevilla. A través de arreones y con el calor de los suyos fue ganando metros. Así, a diez minutos de finalizar el primer periodo, Juan Cala la tuvo en la testa para poner el primero en el luminoso, pero el cabezazo se marchó desviado por escasos centímetros. Mejor los de casa en el segundo tramo de la primera parte, aunque sin excesivo peligro. Y en una de esas, con los nervionenses volcados sobre la meta rival, los de la Costal del Sol aprovecharon la suya en una contra en el 39 en la que Alberto Moreno se despistó de su marca y Morales, con un espectacular trallazo batió a Varas que no pudo hacer nada. El 0-1 hacía justicia por ocasiones, aunque por fútbol los de Nervión merecían algo más. Y así llegó el empate, sólo tres minutos después. M’Bia, caído a la izquierda, puso un balón fabuloso a la cabeza de Gameiro, en fuera de juego, que libre de marca no perdonó. El empate hacía justicia a lo visto antes del descanso. Incluso pudo irse con ventaja si Rabello hubiera acertado.
El segundo capítulo arrancó bajo la imperiosa incertidumbre de la zaga sevillista. Con Cala demostrando que no tiene nivel para seguir en Nervión y con Varas contagiado por el nerviosismo de los suyos. Y así llegó el segundo de los malagueños. Corría el 67 de partido cuando un pase entre la línea defensiva fue a parar a Santa Cruz. que solo de marca la coló a la izquierda de Varas. El Sevilla por entonces estaba roto y completamente fuera del partido.
Pero de nuevo, los locales reaccionaron y de nuevo gracias al acierto de Gameiro, ubicado siempre en boca de gol. El cabezazo de Jairo fue aprovechado por el francés en línea de la meta rival.
A falta de 7 minutos el linier erró y esta vez en contra del Sevilla en el gol que sí debió subir de Iborra. Fallo garrafal al señalar fuera de juego.
Al final, un punto y gracias, porque en el descuento apunto estuvo de marcar el tercero los visitantes. Mal partido del Sevilla, aunque justo empate.