No será un encuentro cualquiera el que se vivirá este viernes, Día de la Constitución, sobre el terreno de juego del Camp d'Esports cuando el Betis y la UE Lleida salten al césped para enfrentarse unos contra otros en búsqueda del mejor resultado para encarar la vuelta con vistas a poder clasificarse a los octavos de final de Copa del Rey.
Y es que el derecho a la vida es algo que se nos concede por naturaleza aunque a muchos, por desgraciados avatares del destino, se les arrebata injustamente y cuando menos se lo esperan.
Una de tantas compete a dos ciudades como Sevilla y Lérida que en el mundo del fútbol, rendirán su más sentido homenaje en tierras catalanas cruzando en la competición copera al equipo que le vio nacer contra el que viviría hace ya un año y medio su prematura despedida.
Miki Roqué. La figura en torno a la cual girarán noventa minutos que dirimirán la idea de una eliminatoria entre dos conjuntos que nunca en Copa pero sí en Segunda División, se han encontrado.
El balance deparado entre sendas escuadras refleja una igualdad absoluta en los cuatro envites jugados. Dos triunfos ilerdenses en las temporadas 1991/92 (6-2) y 1992/93 (1-0) frente a otro par verdiblanco en las campañas 1996/67 (1-4) y 2000/01 (0-1).
Un partido que además de su contenido emocional servirá como primera piedra de toque para contemplar las habilidades desde el banquillo de Juan Carlos Garrido, nuevo técnico heliopolitano; si bien con tres entrenamientos antes del mismo no debe ser aún analizado con la profundidad que darán las semanas.