El Sevilla está intratable, tanto en Nervión como lejos del Pizjuán. Los números que presentan los hombres de Unai Emery invitan al más severo optimismo, teniendo en cuenta además el horrendo arranque liguero que acometieron tras seis jornadas sin conocer la victoria.
Ahora, con 18 puntos de los últimos 24 posibles, los nervionenses tienen al alcance de su mano las posiciones que otorgan un billete para Europa. A día de hoy es séptimo con 31 puntos, a tan sólo dos del sexto clasificado, la Real Sociedad. Además, mirando más arriba no queda tan lejos lo que a inicios de temporada se presentaba como una auténtica utopía, la Champions League. Y es que el cuarto clasificado, el Villarreal, está únicamente seis puntos por encima del conjunto hispalense.
Buena culpa de toda esta situación lo tiene el rendimiento que en los últimos dos meses viene el equipo cosechando lejos de su feudo. El punto sumado este domingo en el Vicente Calderón ante el colíder de la Liga, un estadio por cierto en el que hasta la fecha solamente había rascado un punto el Barcelona, es una muestra evidente del resultadismo de los sevillistas a domicilio.
Y es que desde la victoria obtenida el pasado 10 de noviembre en Cornellá frente al Espanyol, el Sevilla no sabe lo que es salir derrotado fuera de casa. Suma desde entonces tres victorias (Espanyol, Granada y Villarreal) y dos empates (Elche y Atlético de Madrid), o lo que es lo mismo, 11 puntos de los últimos 15 disputados. Todo un logro para un conjunto que en la temporada pasada registró una de sus peores marcas históricas lejos del Pizjuán.
Estos guarismos a domicilio colocarían al Sevilla en el quinto lugar de la Liga, sólo mejorado por Madrid (26), Barcelona (24), Atlético de Madrid (22) y Villarreal (16). Además, en cuestión de acierto goleador en otros feudos se ha convertido en el tercer máximo anotador de la categoría tras Madrid (28) y Barcelona (23). Por ende, la inercia rojiblanca lleva a pensar a casi todos que Europa es posible.