La mejor función de preliminares sirvió para saborear una sesión que acogió el preámbulo de un fin de semana que promete. Eso deberá esperar todavía. El Concurso se bebe, se disfruta sorbo a sorbo. Ayer celebró la mejor preliminar de las cuatro hasta entonces y el Falla calentó motores con coplas que fue dibujando una tras otra con una noche completa.
Desde el coro de Manolo Guimerá, pasando por el crucero del Sheriff, que deleitó con su 3x4 añejo y peleón, o a los arqueros de Nene Cheza, que sirvieron para paladear una primera parte que se hizo más corta que nunca.
El clasicismo sonó con el 2x4 del coro gaditano de Guimerá que deleitó y calentó a un público que aguardó predispuesto a disfrutar con un sabor más europeo que nunca.
A bien que lo hizo. La segunda parte abrió con la agrupación más esperada de la noche, Los Carapapa volvían al Concurso tras su ausencia el año pasado. El tiempo todo lo cura, dicen.
La apuesta de robots le salió más viva que nunca a los hermanos Mateos que encandilaron a propios y a extraños que retornan para quedarse y para defender el honor dañado.
Una reválida que deberá preservar en otro pase con nuevas letras que encuentren el afecto que lejos de enfriarse remachó con ‘Los chatarras’.