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El Puerto

Un futuro acechado por una posible demolición

Una joven pareja busca ayuda a través de

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  • La Estacadilla -

H ay historias que se gestionan desde la positividad, a pesar de que la situación que se enfrenta sea complicada. Ése es el caso de Victoria González, una joven portuense que se enfrenta a la posible demolición de su vivienda en la zona de la Estacadilla. Una joven que vive junto a su pareja y su hijo en lo que se ha convertido en una vivienda de 45 metros cuadrados y que se encuentra ubicada en una zona delimitada como suelo urbano no consolidado en el planeamiento.


Victoria González no cierra puertas a una posible solución a esta situación, confiando en que finalmente pueda haber un resquicio legal para que finalmente el derribo de su vivienda no se lleve a ejecución. Por ello está llamando a las puertas de las administraciones pertinentes y los partidos políticos, que por el momento están respondiendo de forma positiva a su petición. Aunque evidentemente lo que consuela a esta joven es que haya una salida a su problema, y no sea la demolición y que, quien tenga la potestad para ello, la deje dormir tranquila por las noches pensando en que hay una solución.


Esta portuense no escatima en recursos para que su problema se conozca. Así, después de darles vueltas a la cabeza, González asegura que se le ocurrió, como ha visto en otras ocasiones y para otras causas, abrir una causa en Change.org, en el que recoge firmas para dirigir el escrito con su caso al Ayuntamiento, para que tengan conocimiento del apoyo con el que cuenta.

A votar
El link, al que puede acceder cualquier portuense que quiera apoyar la causa de esta joven, https://www.change.org/p/ayuntamiento-del-puerto-de-santa-maria-no-al-derribo-de-una-consteuccion-se-45m2-en-una-zona-urbana-no-consolidad-en-el-puerto-b326ac9b-91d9-4d1e-bfd5-605e44575aa4?recruiter=463781926&utm_source=share_petition&utm_medium=facebook&utm_campaign=share_for_starters_page&utm_term=mob-xs-google-no_msg, nos lleva a conocer por encima la historia de esta portuense, pero hablar con ella es poner en orden todos los datos y conocer, de primera mano, la injusta situación que atraviesa una joven con la vida por delante que se enfrenta a una difícil y complicada situación, pero siempre con una sonrisa en la boca y con mil ideas que aportar.


Así, informa que en 2007 adquirieron un terreno en la zona de la Estacadilla, siendo conscientes de que no se podía construir. Pero entre 2008 y 2009 se hicieron un pequeño cuarto para herramientas que necesitaban para el desempeño del trabajo de su pareja, y en esa época se fueron a vivir allí. Pero ya en 2013, con el nacimiento de su hijo, se vieron en la necesidad de adecentar lo que comenzó siendo un cuarto de herramientas porque si hijo requería espacios divididos así como un cuarto de baño y otros lugares de una casa. A pesar de todo, no cuentan con luz ni agua de red, para darle un lugar digno donde vivir, pero han peleado para que así fuera.
Pero en octubre de 2015 comenzaron a llegarles escritos en el que el Ayuntamiento les informaba que su situación era ilegal, respondiendo los propietarios a la administración local como forma de alegación, en tres o cuatro ocasiones, hasta que les confirmaron, hace una semana, que no llevaban razón y por tanto, se tendría que pasar a la demolición. Las dos opciones es hacerse cargo de la demolición o permitir que el Ayuntamiento, de forma subsidiaria, lleve a cabo esta gestión, que tendrá un presupuesto de casi 11.000 euros.


Con anterioridad, en agosto, les informaron que ya no les quedaba espacio para continuar alegando y que por tanto el caso pasaría a otra instancia, cosa que confían en que no ocurra. Por ello están moviendo cielo y tierra para que llegue una solución distinta a la estipulada en principio.
¿Cómo llegan a esta situación? Ésa es una pregunta que se hace esta joven portuense. Y es que, las viviendas que se encuentran en los alrededores a la suya no se enfrentan a la demolición, por ello, tal y como les han avisado, puede que un vecino haya denunciado. Pero Victoria González se pregunta quién y por qué. Además, apelan a que esta situación no llegue a este final porque la mínima construcción que realizaron en la parcela es anterior a la aprobación del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), en febrero de 2012.

Sensaciones


“¿Y a mí sí?”. Es otra de las preguntas que se formula esta portuense. Y es que, siente que “le estoy fallando a mi hijo”, que ha hecho de ésa su casa, la única que conoce y que es su hogar.  Además, insiste en que están dispuestos a pagar una multa, la regularización de la zona o de la vivienda, etc. Y es que, la urbanización de la zona en la que viven en estos momentos tampoco parece factible porque necesitan que más del 50% de los propietarios estén de acuerdo, cosa que no ocurre en estos momentos. Pero son circunstancias que se escapan a la voluntad de esta joven pareja.


La intranquilidad se adueña de Victoria González, porque se agota el tiempo estimado. Por ello solicita ayuda, tanto de los propios portuenses para que le hagan llegar su ayuda a través de la plataforma Change.org, como a los políticos, para que estudien su caso y puedan darle una solución, a ser posible, que la demolición no tenga que seguir adelante. Y es que, recuerda que tiene un hijo, al que duele que le arrebaten su futuro.

Apoyo incondicional de la familia

Victoria González y su pareja cuentan con el total apoyo de sus familias, respectivamente, para afrontar esta situación. Así, se sienten respaldados, pero confían en que llegue una pronta solución y que se acabe con el sinsabor que les supone.

Una mínima construcción y no un enorme chalé

El caso de esta joven es sin duda ejemplo de situación obligada. De construir un pequeño cuarto para herramientas, adecuaron el mismo a una vivienda para dar un hogar a su hijo. Y no pasa de 45 metros cuadrados, por tanto nada comparable con un chalé ostentoso.

Antonio Fernández recibe a la afectada

El concejal de Urbanismo, Antonio Fernández, ha recibido a la afectada, informando de que se trabaja en posibles soluciones legales pero no depende del Consistorio; así como de la cantidad que habría que pagar subsidiariamente por el derribo.

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