La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado que una respuesta apresurada del banco central a la escalada de los precios podría resultar contraproducente y ahogar la recuperación económica, sin influir efectivamente en los factores que impulsan los precios al alza como la energía y los cuellos de botella.
"Si actuáramos con demasiada rapidez ahora, la recuperación de nuestras economías podría ser considerablemente más débil y los puestos de trabajo estarían en peligro. Eso no ayudaría a nadie", advierte la francesa en una entrevista con 'Redaktionsnetzwerk Deutschland'. "Actuaremos si es necesario. Pero todos nuestros movimientos tendrán que ser graduales", añade.
En este sentido, la presidenta del BCE insiste en que la situación en los Estados Unidos o Reino Unido, donde los bancos centrales han anunciado subidas de tipos inminentes o han dado comienzo ya a las mismas, no se puede comparar con la zona del euro.
"La economía estadounidense está sobrecalentada, mientras que nuestra economía está lejos de eso. Es por eso que podemos, y debemos, proceder con más cautela. No queremos ahogar la recuperación", afirma.
Asimismo, Lagarde reconoce que la política monetaria no puede influir efectivamente en algunos de los principales factores que empujan los precios al alza, como los cuellos de botella de las cadenas de suministro, los precios del crudo o las cuestiones geopolíticas.
"¿Qué puede hacer el BCE al respecto? ¿Podemos resolver los cuellos de botella en el suministro? ¿Podemos transportar contenedores, bajar los precios del petróleo o pacificar conflictos geoestratégicos? No, no podemos hacer nada de eso", responde.
No obstante, la presidenta del BCE defiende que la entidad ya ha comenzado a tomar medidas, puesto que en marzo suspenderá el programa de compras de emergencia por la pandemia (PEPP) y reducirá el volumen global de sus compras netas de activos, ya que acabar con estas es una condición previa para elevar las tasas de interés en un momento posterior.
En cualquier caso, Lagarde reconoce que las cifras de inflación aumentan y eso es algo que el BCE está teniendo en cuenta en sus proyecciones, que serán actualizadas el próximo mes de marzo, cuando el Consejo de Gobierno examinará de cerca la cuestión.
"La inflación puede resultar más alta de lo que proyectamos en diciembre (...) y se mantendrá relativamente alta en los próximos meses. Sin embargo, confío en que retrocederá en el transcurso del año", señala la francesa, que reconoce que los altos precios de la energía no son un fenómeno temporal. "Estarán con nosotros por algún tiempo más", advierte, aunque subraya que el nivel de precios ya es muy alto y es muy poco probable que siga subiendo al mismo ritmo. "Entonces, aunque solo sea por esa razón, la inflación se desacelerará", añade.