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Dos diputadas afganas se lían a puñetazos en la Cámara Baja

Dos parlamentarias afganas se olvidaron del decoro y las normas de la conservadora sociedad afgana y se pelearon a puñetazos.

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Dos parlamentarias afganas se olvidaron del decoro y las normas de la conservadora sociedad afgana y se pelearon a puñetazos en el Parlamento, en una agria sesión en la que llegó a discutirse un proceso de destitución del presidente, Hamid Karzai.

Las parlamentarias implicadas en la pelea ocurrida ayer son la general Nazifa Zaki y Hamida Ahmadzai, según puede verse en unas imágenes mostradas por el canal televisivo afgano Tolo Tv que han comenzado a dar la vuelta al mundo ante los ojos incrédulos de los afganos.

Una pelea entre mujeres es un hecho extremadamente raro en la vida pública de Afganistán, una sociedad muy conservadora donde 69 de los 249 asientos que componen el la Cámara baja están reservados para la mitad femenina de la población.

De acuerdo con la grabación, Zaki se exalta hasta el punto de que se quita un zapato y se lo arroja a Ahmadzai, quien le responde lanzándole una botella de agua pero apenas acierta a defenderse de los puñetazos que le propina su fornida rival.

Zaki es considerada una diputada próxima al vicepresidente Mohamed Fahim, mientras que Ahmadzai simpatiza con Karzai, aunque esos alineamientos son solo aproximados porque en Afganistán la mayoría de los parlamentarios concurren como independientes.

"Es que insultó a Fahim, diciendo que su título de mariscal era 'supuesto'. Por eso perdí la cabeza y le pegué un puñetazo en la cara", dijo hoy a Efe ya más calmada la general Zaki sobre los hechos, que ocurrieron este martes.

La disputa, sin embargo, está lejos de haber acabado: Zaki, de 46 años, acusó también a su rival de llevar al Parlamento la "desunión y nacionalismo", mientras que Ahmadzai dijo que está dispuesta a vengarse y que el zapato obra en su poder "como botín de guerra".

La sesión del parlamento afgano estaba siendo muy polémica, en medio de un creciente desencuentro de la Cámara parlamentaria con el presidente Karzai que amenaza con sumir al país en una crisis constitucional en un momento especialmente delicado.

Las fuerzas afganas deben comenzar este mes a asumir las tareas de seguridad en siete áreas de manos de las tropas internacionales, aunque los analistas son escépticos sobre su capacidad para hacerlo, dada la fortaleza de la insurgencia talibán.

La disputa contra Karzai versa sobre el intento del Gobierno, a través de una corte especial no reconocida por los organismos electorales ni internacionales, para sustituir a decenas de parlamentarios salidos de las elecciones de septiembre de 2010.

Hace dos semanas, esa corte dictaminó que 62 de ellos se adjudicaron el puesto de manera fraudulenta, pero la mayoría de sus supuestos sustitutos son en realidad supuestos simpatizantes de Karzai, quien busca en teoría apuntalar su posición.

Con la agenda política afgana paralizada, el Parlamento continúa enfrascado en esa refriega, y ayer varios diputados mencionaron el artículo 69 de la Constitución, que permite destituir al presidente en casos de crímenes contra la humanidad o traición.

Y también inquieta en el Parlamento la presente crisis de las relaciones con Pakistán por las constante refriegas que se han registrado en las últimas semanas en la frontera común, sobre la que ambos países aún no han alcanzado un acuerdo de límites.

El Gobierno afgano ha denunciado el lanzamiento desde Pakistán de 470 proyectiles en las últimas semanas, aunque ayer mismo Karzai descartó que vayan a producirse represalias militares para evitar, dijo, "causar víctimas civiles en el país vecino.

En el Parlamento afgano, por lo demás, son comunes las disputas políticas entre diputados procedentes de las distintas etnias del país, partido ideológicamente entre pastunes, tayicos -estas son las dos mayoritarias-, uzbecos y hazaras.

La general Zaki es de etnia tayica, y su contrincante Ahmadzai, de la pastún, de la que proceden también tanto Karzai como los insurgentes talibanes, presentes en el sur y el este, y en lucha contra los 150.000 soldados extranjeros desplegados en Afganistán.

"Este feo suceso muestra que el problema étnico está presente en nuestro medio político y social. Esta plaga nos asombra a veces con sucesos como el de ayer..", afirmó hoy en un editorial la publicación afgana "The Daily Outlook".

La de Zaki y Ahmadzai es la segunda gran pelea parlamentaria en Afganistán desde el inicio de esta legislatura: hace pocos meses, el joven parlamentario Baktash Siawash recibió un puñetazo de parte de uno de sus distinguidos próceres.

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