El portavoz de los denominados Comités de Coordinación Local, Omar Edelbe, indicó a Efe que al menos 12 personas murieron desde la noche del sábado y se registraron detenciones y redadas en casa de los opositores.
Entre las víctimas se encuentra un joven de 21 años que murió ayer en la localidad de Telbisa, en la provincia central de Homs, después de que el pasado viernes resultara herido por disparos de las fuerzas de seguridad mientras participaba en una manifestación.
Además de estas muertes, cuatro personas fallecieron en Idleb, una de ellas a consecuencia de las torturas que sufrió, según el Observatorio sirio de los Derechos Humanos.
Por su parte, la agencia de noticias oficial Sana informó de que al menos nueve personas murieron ayer en la localidad de Muhrada, en el centro de Siria, como consecuencia de una emboscada tendida por un grupo armado contra el ejército.
Según fuentes militares citadas por la agencia, unos supuestos terroristas abrieron fuego contra un autobús que transportaba a varios oficiales y civiles a la altura del puente de Sarut, en una carretera cercana a Muhrada, lo que causó la muerte de seis militares y tres funcionarios civiles y heridas a otras 17 personas.
Posteriormente, las fuerzas de seguridad persiguieron a los autores del ataque y mataron a tres de ellos durante un tiroteo que también dejó herido a un policía.
Estos últimos casos se suman a los cerca de 2.500 fallecidos contabilizados por los grupos de derechos humanos desde el estallido de la revuelta contra el régimen de Al Asad en marzo pasado.
En Homs, además, al menos 15 personas resultaron heridas por disparos de las fuerzas del orden mientras que otras 17 fueron detenidas durante una campaña de redadas en diferentes viviendas.
Según el activista Edelbe, aviones caza del ejército sirio están sobrevolando esa zona del centro del país, donde está previsto que los manifestantes vuelvan a salir a las calles de manera multitudinaria para reclamar la caída del presidente Al Asad.
Los disturbios se notaron especialmente en Homs.
Mientras, en la localidad de Al Zabadani, junto a la capital siria, los opositores quemaron banderas del partido gobernante Baaz y del grupo chií libanés Hizbulá, que apoya al régimen sirio.