El Sevilla abrió y cerró el marcador de un partido al que el Villarreal le dio la vuelta con diez hombres y tanto uno como otro equipos demostraron sus argumentos para estar en la zona alta de la tabla al final de la campaña que acaba de comenzar.
La clave del partido se produjo con la expulsión de Diego López a los veinte minutos de encuentro, cuando ya había desbaratado alguna ocasión clara del equipo andaluz que salió muy fuerte.
Fue un penalti sobre Perotti cometido por el portero, que vio la roja directa. César salió y en su debut con el Villarreal detuvo el lanzamiento de Negredo, pero no pudo impedir que el atacante internacional marcara en el rechace.
El gol y la expulsión parecían poner muy complicado el partido para el Villarreal, pero el equipo mejoró en su juego y logró empatar pronto también de penalti. Rossi igualó el encuentro, que llegó a su ecuador con las fuerzas más parejas.
La segunda parte comenzó con un Sevilla dominador y consciente de su superioridad en el campo, al jugar con un hombre más. Un dominio, que propiciaba a su vez que el Villarreal se viera obligado a esperar en su campo, una opción a la contra.
Con ello, los locales aguantaban atrás y veían como otra vez Rossi acercaba al Villarreal al gol ante un Sevilla que evidenciaba algunos problemas con la pelota en los pies.
Marco Ruben, en un disparo seco y escorado puso por delante al equipo que jugaba con diez y a partir de entonces su equipo se replegó y el Sevilla se volcó en pos del gol.
Tantas veces llegó el equipo visitante a la meta de César, que Alexis tras un buen centro de navas cabeceó el gol del empate. Algún intento a la desesperada de uno y otro equipo cerraron el encuentro con una igualada justa.
Fue un partido entretenido, jugado con mucho calor, pero en el que ambos equipos ofrecieron mucha intensidad en pos de la victoria, que finalmente ni unos ni otros pudieron ganar.
