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España

Qádix no era una aldea

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La imagen de que Qadix era una aldea de pescadores cada vez tiene menor verosimilitud. Las dimensiones en altura de los lienzos de muralla y el grosor de los torreones hallados por los arqueólogos nos sugieren que nos encontramos ante unas defensas de cierta importancia y por deducción lo es también la ciudad que tenían que guardar.

Las crónicas nos hablaban de algunas construcciones públicas de cierto valor, como el faro al que comparan con el de Alejandría y al que describen como cuadrado y con una altura de cien codos (unos 45 metros), construido en piedra y trabado con columnas de cobre rojo. Sobre el cuadrado descrito había otro cuyo tamaño era un tercio del inferior. El faro se remataba en una punta tronco piramidal y sobre ella una estatua. Este faro fue destruido hacia el siglo IX. También había otra obra monumental como el templo de dimensiones parecidas al faro. Hay autores que confunden ambas construcciones. El abastecimiento de agua en Cádiz era posible por el acueducto construido por el rey godo Samb.tarin. El agua se traía de las serranías cercanas mediante un acueducto que llenaba una serie de cisternas del alcázar gaditano. Otra construcción importante de la ciudad era su mezquita cuyo minarete se puede contemplar al lado de la Catedral Vieja ésta ha sido hallada, aunque todavía quedan por encontrar los baños, el mercado, el puerto y la atarazanas.

En una exposición realizada en el Hospital de los Venerables de Sevilla dedicada a la continuidad cultural en toda la Bética desde su romanización hasta la cultura hispano-musulmana, pasando por el mundo visigodo, pudimos observar en una de las salas una serie de capiteles correspondientes a las diversas épocas y en ellos se podía observar perfectamente la continuidad cultural de Andalucía Occidental.

El hallazgo de las fortificaciones encontradas nos induce a pensar en la continuidad desde Gadir hasta Qadix, pasando por Gades. Queda el vacío histórico de la presencia visigoda que sólo puede colmar futuras excavaciones, porque hemos visto como las fuentes documentales nos hablan de un rey visigodo (Samb.tarin), que construye un acueducto para traer el agua a su alcázar. La documentación también alude a la gran flota que construyó Abderramán para comerciar y defender Al-Andalus.

Otro dato para valorar a Qadix estriba en la importancia del comercio en el Cádiz medieval basado en su posición geográfica, como nos informan todas las crónicas.

Las excavaciones también nos han mostrado una gran cantidad de cerámica que se utilizaba en la vida cotidiana y en la vida mercantil.

La conquista de Cádiz por los castellanos se consiguió durante los reinados de Fernando III y Alfonso X. Este último manda construir la Catedral Vieja en la que quiere ser enterrado a su muerte. El puerto de la ciudad sirvió de base para las conquistas africanas del Rey Sabio, el enclave como embarcadero fue creciendo en valor desde los dos siglos anteriores y como tal fue reconocido por las distintas taifas, así como por los almohades. Alfonso X bien lo apreciaba y por eso conquistó la ciudad para utilizarla en sus aventuras en el Norte de África. Durante la época hispano musulmana las pesquerías y la salazón del pescado se siguió practicando y cada vez en mayores magnitudes como en la época romana y púnica.

Ya que se ha conseguido este importante hallazgo de las murallas y torreones, habría que continuar la labor y seguir descubriendo más enclaves medievales (el castillo de la villa), que queda claro por la documentación que se tiene de la época y se podría llegar a tener una idea más aproximada de cómo era la ciudadela musulmana y cristiana.

Hasta pronto gadiritanos.

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