El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha expresado la voluntad de su Ejecutivo de dialogar y llegar a acuerdos con la oposición para salir cuanto antes de la crisis pero ha reprochado al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no quiera compartir el "coste" que supone tomar decisiones "difíciles" en la actual situación económica.
En la clausura de Asamblea Anual del Instituto de la Empresa Familiar, Rajoy ha resaltado que son los españoles y las empresas lo que están haciendo "esfuerzos" y pagan un "coste". "Y creo que sería bueno que otros hicieran un esfuerzo, pero si no lo quieren hacer, la responsabilidad es del Gobierno y, por lo tanto, el Gobierno no va a abdicar de su responsabilidad", ha exclamado.
En este sentido, ha subrayado que el acuerdo con los socialistas se ha limitado al pacto de Estado que alcanzaron en verano de 2011 para reformar la Constitución y fijar un techo de gasto, ya que, según ha precisado, después "ni siquiera" fue posible un pacto para aprobar en el Parlamento la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria.
De la misma manera, se ha quejado de que no haya sido "posible" llegar a acuerdos con los socialistas en temas que "han estado muy de actualidad en los últimos tiempos", como el decreto en materia de desahucios o la reforma laboral. De hecho, ha manifestado que sobre esta última norma el PSOE "hace una crítica continuada" y pide al Gobierno "dar marcha atrás".
En el caso concreto de la ley sobre desahucios, ha dicho que el Gobierno le ha dado una "solución equilibrada" porque es "importante" preservar el sistema hipotecarario, que ha permitido que millones de personas puedan comprarse una casa y pagar su hipoteca. "Lo más fácil sería apuntarse a lo que desde algunas fuerzas políticas de oposición se nos dice que nos apuntáramos, pero el Gobierno tiene que actuar con responsabilidad en éste tema y en otros", ha aseverado.
A renglón seguido, ha recordado que está encima de la mesa el factor de sostenibilidad del sistema de pensiones, un tema que ha calificado de "muy importante". "Vamos a ver si es posible el acuerdo", ha dicho. En su opinión, es "muy fácil" decir públicamente que es "necesario llegar a un acuerdo", pero lo "difícil" es aprobar las reformas que se llevan al Parlamento.
Rajoy ha dicho estar a disposición "de quien quiera" hablar, pero ha reiterado que el PSOE no ha apoyado "ninguna" de sus reformas estructurales. "Claro que quiero un acuerdo. Ya me gustaría a mí que hubiera un acuerdo, pero también soy consciente de que la mayor responsabilidad en este momento la tiene el Gobierno de España, que es el que tiene que asumir el coste, y lo asumimos, de las decisiones que tomamos que son muy difíciles", ha resaltado, para añadir que, aunque no ve "a algunos" dispuestos a "compartir" ese "coste", su "mano" siempre estará "tendida".
UNAS PREVISIONES "REALISTAS"
En el coloquio posterior con los empresarios, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que su Gobierno, al presentar el nuevo cuadro macroeconómico, ha querido hacer "unas previsiones realistas", con el objetivo de poder cumplirlas. "No me voy a inventar unas previsiones económicas para luego no cumplirlas y perder absolutamente la credibilidad", ha exclamado, para expresar su confianza en que se puedan modificar "pronto" al alza".
Rajoy ha admitido que no está "satisfecho" con los datos de desempleo, que alcanzan los 6,2 millones de parados. "Sería un insensato si lo estuviera", ha afirmado, si bien ha abundado en su mensaje de que se van "corrigiendo los desequilibrios" y se están produciendo "avances" que son el "prólogo" del crecimiento económico y la creación de empleo.
Por eso, ha señalado que "lo importante ahora es no perder el rumbo ni bajar la intensidad del cambio". "Sin alharacas, sin triunfalismo que a nada bueno conducen, manteniendo el rumbo y la intensidad en el esfuerzo, seguiremos trabajando por dejar atrás la recesión económica y darle a la sociedad española motivos para recuperar la esperanza", ha concluido.