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De incógnito

Gracias Elpidio

Tengo un nuevo héroe y se llama Elpidio, uno de esos nombres que cuando los escuchas piensas antes en los padres que en el hijo que tienes enfrente...

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Tengo un nuevo héroe y se llama Elpidio, uno de esos nombres que cuando los escuchas piensas antes en los padres que en el hijo que tienes enfrente. Sí, se llama Elpidio José Silva y nos acaba de meter en prisión a Miguel Blesa, el que fuera presidente de Caja Madrid, una de esas entidades que en lugar de prestar para ayudar como debería ha hecho con el dinero de todos y el beneplácito político lo que no debía. Y yo, sinceramente, estoy muy contenta, Elpidio me ha dado la alegría del día... aunque me cabree que le imponga una fianza que puede pagar. Pero para mí era una necesidad que un mediobanquero de estos entrara de una vez en prisión, necesidad creo que compartida con muchos españolitos, sobre todo por aquellos que siguen atrapados en los abusos hipotecarios de Caja Madrid y que siguen siendo ninguneados por todas las autoridades por sus preferentes.

Pero vayamos a los hechos porque Elpidio no lo ha metido en prisión por el tema que estaba investigando, que era darle un crédito de 26,6 millones (¡26,6 millones!) a Marsans -la empresa de otro que viste pijama de rayas, Gerardo Díaz Ferrán- sino porque al señorito Blesa se le ocurrió comprar un banco de EEUU -sí, el City National Bank of Florida, de los yanquis- por 1.121 millones de euros a pesar de que hasta los americanos consideraron que era excesivo el precio. ¿Excesivo? Con esa pasta le arreglaba yo hasta el frenillo gallego a Rajoy. Y, sobre todo, con los 500 millones de euros que se estima que Caja Madrid perdió. Sí, están leyendo bien, ha perdido 500 millones por jugar a banqueros con el dinero de los impositores y de los ahorradores, que no accionistas que quieren arriesgar, como si esto fuera el monopoly.

Querido Elpidio, desde estas humildes líneas, le doy sinceramente las gracias por darnos un pelín de esperanza ante tanto mangante suelto que sigue de chaqueta, alardeando de poder, mientras el resto está hasta el cuello y hartos de comprobar cómo se escudan en un consejo de administración para eludir sus responsabilidades. Si uno va a una manifestación y hay bronca, la Policía detiene a los que la arman y les juzgan. ¿Por qué estos corbateros iban a ser menos que cualquier españolito de a pie? Ahora, Elpidio, al resto del consejo...

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