Un total de 11 personas han sido detenidas por la Policía Nacional y la Guardia Civil en la 'operación Pelícano', en su mayoría de nacionalidad china y bielorrusa, como integrantes de una organización criminal dedicada al transporte y transferencia de grandes cantidades de dinero desde España hasta China.
Las primeras detenciones se practicaron en la tarde del pasado domingo, día 22 de febrero, cuando los dispositivos de vigilancia tanto de Policía como de Guardia Civil detectaron una presunta entrega de dinero. En ese momento fueron detenidas cuatro personas en Madrid, dos de origen chino y dos de origen bielorruso, según ha informado Policía Nacional a través de un comunicado.
En la entrega, que se produjo el pasado domingo y que precipitó las detenciones, la cantidad que se pretendía sacar de España rondaba los 300.000 euros. Este tipo de entregas se producían a un ritmo de entre 6 y 10 veces al mes, por lo que se estima que la organización podría estar sacando del país de forma ilícita hasta tres millones de euros mensuales.
El resto de las detenciones, otras siete en total, se llevaron a cabo en la mañana del 23 de febrero, en Madrid capital, en las localidades madrileñas de Fuenlabrada y Griñón y en Sevilla. A los detenidos se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, contrabando y contra la hacienda pública.
Asimismo, se han efectuado un total de 14 registros, tanto en domicilios como en naves industriales, la mayor parte de ellos en el polígono industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada y en Sevilla. En total se han intervenido 663.000 euros en efectivo, una máquina contabilizadora de dinero, diverso material informático, teléfonos móviles, documentación, agendas y 9 vehículos.
La investigación, que ha estado dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Fuenlabrada y por la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, se inició hace más de un año, cuando las autoridades polacas alertaron de la presencia en España de una ramificación sospechosa de formar parte de una organización criminal asentada en Polonia que operaba a nivel internacional.
DINERO PROCEDENTE DEL FRAUDE FISCAL
Los investigadores comprobaron que los miembros de la trama asentados en España recaudaban dinero de numerosos empresarios de origen asiático, radicados en todo el territorio nacional. Ese dinero, procedente del fraude fiscal, era transportado físicamente hasta Polonia, donde se ingresaba en distintas cuentas, para finalmente ser enviado a China. Para efectuar el traslado del dinero, la organización disponía de vehículos preparados al efecto con habitáculos practicados en puntos de difícil acceso.
Durante uno de los numerosos viajes que el grupo realizó a Polonia, uno de los investigados, pese a las mediadas de seguridad adoptadas, pudo ser interceptado tratando de cruzar la frontera con Francia. Tras una hora de registro se localizaron 40 paquetes que contenían más de 700.000 euros.