Los arrestos se produjeron en Yakarta y en Bogor en el marco de una operación en la que además se incautaron diverso material para fabricar bombas. Los cinco detenidos están ligados a la Yemaa Islamiya (YI), considerada por los cuerpos de seguridad el brazo regional de Al Qaeda en el Sudeste Asiático, o a alguna de las organizaciones próximas.
Se sospecha que los detenidos están relacionados con el malasio Noordin Mohammad Top, estratega y responsable de finanzas del grupo terrorista, y uno de los líderes terroristas de la YI más buscados del Sudeste Asiático. La operación policial concluyó un día después de que el Tribunal Constitucional desestimase la petición de los autores de los atentados de Bali para ser decapitados en vez de fusilados.