Ha ganado en todas las comunidades autónomas excepto Cataluña, Navarra y el País Vasco, y en 41 de las 52 provincias
De todas las opciones que barajaba el PSOE, la que ha resultado de las urnas este 28 de abril es una de las mejores para Pedro Sánchez, porque ha conseguido la mayoría amplia que buscaba y que le permite varias combinaciones a la hora de gobernar.
El PSOE ha obtenido el 28,7 % de los votos y 123 escaños y ha ganado en todas las comunidades autónomas excepto Cataluña, Navarra y el País Vasco, y en 41 de las 52 provincias.
Sánchez ha teñido de rojo el mapa de España y su abrumadora victoria, 57 escaños por encima del PP, le confiere de forma indiscutible la capacidad de formar gobierno.
Para ser investido y gobernar en minoría, como es su deseo, al candidato socialista le bastaría con el apoyo de Unidas Podemos y el PNV y la abstención de ERC, en una especie de reedición del bloque que hizo posible desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa con la moción de censura.
También podría enfrentarse al cordón sanitario de Cs e intentar una negociación con Albert Rivera, lo que daría satisfacción a los mercados, pero no a los militantes del PSOE, que hoy le han marcado claramente su nueva 'línea roja': "¡Con Rivera, no!", han gritado con insistencia el millar de congregados a las puertas de Ferraz.
Él les ha contestado con un "creo que eso ha quedado bastante claro, ¿no?" y ha avanzado que, aunque piensa "tender la mano a todas las formaciones políticas dentro de la Constitución", lo hará desde sus "ideas de izquierdas" y su "posición progresista".
La mayoría de 158 diputados que suma el bloque de izquierdas (PSOE y Unidas Podemos) frente a los 147 del bloque de derechas (PP, Cs y Vox) le facilitan la elección.
La alta participación registrada, del 75 %, ha influido finalmente en beneficio de los socialistas, cuya estrategia de llamar a una gran movilización contra la "derecha de tres siglas" ha dado sus frutos.
Está por ver si los socialistas van a esperar para iniciar sus contactos a las municipales y autonómicas del 26 de mayo, aunque la constitución del parlamento tres días antes dará algunas pistas.
Lo ocurrido esta noche ha llevado a la euforia a la dirección socialista, que ha seguido el escrutinio encabezada por Sánchez desde la cuarta planta de la sede de Ferraz.
El toque de atención que supuso el resultado de las elecciones andaluzas también ha remado a favor de un partido que no ganaba unas generales desde hace once años y que hoy observa sin compasión la debacle del PP.