El Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA), cuya publicación corresponde al Instituto Nacional de Estadística (INE), se estancó en el tercer trimestre de este año en relación al trimestre anterior después del hundimiento del 26,9% que sufrió entre abril y junio por la crisis sanitaria.
El INE precisa que la recogida de información para elaborar este indicador se produjo entre el 15 de junio y el 6 de julio, periodo en el que finaliza el estado de alarma, a diferencia del trimestre anterior, cuando los datos se recabaron durante el confinamiento.
Con este retroceso de la confianza en el tercer trimestre se encadenan cuatro trimestres en negativo.
El estancamiento de la confianza empresarial registrado en el tercer trimestre es resultado de la mejora del indicador de expectativas, ya que el de situación empeoró casi 30 puntos.
En concreto, el balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) se situó en -47,2 puntos, frente al descenso de 72 puntos registrado en el trimestre anterior.
Esto se debe a que el porcentaje de establecimientos empresariales que piensan que la marcha de su negocio será desfavorable entre julio y septiembre de este año se ha situado en el 54,9%, cifra inferior a la del trimestre anterior (75,1%).
Al mismo tiempo, el porcentaje de empresarios que opinan que su negocio marchará de manera normal ha aumentado hasta el 37,4%, mientras que los empresarios que se muestran optimistas sobre la evolución de su negocio ha subido desde el 3,1% del trimestre anterior al 7,7%.
