Tras siete años de piedras en el camino y un calvario que se ha intensificado en el último año, Raúl Llanes, trabajador del supermercado de Mercadona de Aljaraque, empieza a ver la luz y a respirar tranquilo después de que la Inspección de Trabajo le haya respaldado en sus denuncias contra la cadena de alimentación y haya levantado dos actas de infracción a la empresa.
Como ya publicó en noviembre del pasado año Viva Huelva, Llanes presentó varios escritos en la Dirección General de la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social en los que denunciaba que “por parte de la empresa, a través de algún personal de la misma, se me está haciendo una persecución que podría estar rayando el ‘mobbing’ (acoso laboral), si no se ha pasado ya”.
Se refería a tres hechos concretos, tres de tantos que ha padecido en los últimos tiempos. Así, denunciaba que tras la llegada del nuevo coordinador, su tarea quedó relegada a limpiar los exteriores del supermercado, para lo que le obligaron a usar “productos tóxicos” que no vieron acompañados de sus correspondientes medidas de protección. Además, relató que un día de intensas lluvias, “pretendían que saliera a limpiar el parking”. Por último, otro incidente se produjo en agosto del pasado año, cuando le recriminaron que se había ido de su puesto de trabajo tres minutos antes de la hora.
Pues bien ,estas denuncias han tenido ahora respuesta, y muy satisfactoria para Llanes, ya que el informe elaborado por la Inspección de Trabajo, con fecha de 14 de diciembre de 2012, viene a dar la razón al trabajador.
De un lado, Trabajo dicta un acta de infracción contra Mercadona en materia de relaciones laborales, “en los términos del artículo 8.11 del Real Decreto Legislativo 5/2000, ante el constatado incumplimiento del artículo 4.2.e) del Real Decreto Legislativo 1/1995”.
Este artículo al que se hace mención estipula que “los trabajadores tienen derecho al respeto de su intimidad y a la consideración debida de su dignidad, comprendida la protección frente al acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, y frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo”.
Por el incumplimiento de este derecho, Trabajo califica los hechos de infracción muy grave en materia de relaciones laborales individuales y colectivas, en concreto por el artículo 11, que se refiere a “los actos del empresario que fueren contrarios al respeto de la intimidad y consideración debida a la dignidad de los trabajadores”.
Riesgos laborales
El otro acta de infracción dictada contra Mercadona es en materia de prevención de riesgos laborales, “en los términos del artículo 12.1.b) del Real Decreto Legislativo 52000, ante el constatado incumplimiento del artículo 16.2 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y artículos 2.3, 3 y 4 del Real Decreto 39/1997”.
Se trata de una infracción grave por “no llevar a cabo las evaluaciones de riesgos y, en su caso, sus actualizaciones revisiones, así como los controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores que procedan, o no realizar aquellas actividades de prevención que hicieran necesarias los resultados de las evaluaciones”. Además, Trabajo emite un requerimiento “en orden a la subsanación de las deficiencias constatadas”.
Con esta resolución en la mano, Llanes podría acudir a los tribunales para exigir daños y perjuicios, pero prefiere esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, “porque lo único que quiero es trabajar en paz y que me dejen”, y si eso sucede, prefiere dejar las cosas como están.
La prueba de fuego será este mes, ya que la empresa tiene que evaluar su trabajo de 2012 para ver si le concede la prima. Tan sólo faltan por ser evaluados él y los miembros de la lista que encabezó para ser reelegido delegado sindical, una lista que le tumbaron en el último momento y que cree que es el origen de todo: su faceta sindical.
Por último, Llanes quiere agradecer la labor de la inspectora de Trabajo y el apoyo recibido, algo “muy necesario” cuando el resto lo miraban como un bicho raro y lo culpaban de sus problemas laborales.
