“No es de recibo que los centros sean sometidos a este vapuleo normativo”

Publicado: 11/09/2014
José Cercos, coordinador en Huelva de la Asociación de Directores de Instituto de Andalucía
Este lunes comienza el curso para los alumnos y profesores de Secundaria, un curso especialmente marcado por la implantación de la nueva ley educativa, la Lomce, que supondrá un progresivo cambio en el trabajo de los centros educativos. En la entrevista concedida a Viva Huelva, José Cercós, coordinador provincial de la Asociación de Directores de Instituto de Andalucía (Adian) y director del IES Diego de Guzmán y Quesada de la capital onubense, analiza los retos de esta nueva etapa educativa en la España de la inestabilidad legislativa en Educación.

La primera pregunta es obligada, llega la Lomce, otra ley educativa más, y van ya unas pocas, ¿cómo se afronta en los centros onubenses?
–Con preocupación y, a la vez, precaución. Precaución porque este curso, en los IES, la Lomce sólo afecta, que no es poco, a la implantación de la FPB (Formación Profesional Básica) que, en lo que nos concierne en Andalucía, no ha sido de lo más afortunada. Porque debemos preparar, para el 15-16, la entrada de tres cursos nuevos (1º y 3º ESO, 1º Bachillerato) y comprobamos que nuestra Consejería no siempre nos proporciona la seguridad profesional que nos gustaría en estos complicados procesos, pues le preocupa la batalla política y esto, generalmente, se traduce en precipitación. Normas que salen a destiempo, despreocupación por los que deben ejecutar la norma… Y con preocupación porque no es de recibo que los centros sean sometidos a este vapuleo y vaivén normativo. Adian, como asociación profesional, ha exigido siempre la necesidad de que la educación pase de ser una preocupación política a un asunto de Estado.

¿Cuáles son los cambios más significativos que la Lomce va a generar en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
–Modificaciones en los itinerarios educativos, en las reglas de promoción y titulación, en los contenidos y organización de los centros, en las direcciones…

Además de adaptarse a la Lomce, ¿qué otros retos afrontan este curso el profesorado y los equipos directivos?
–Los profesionales que trabajamos en el mundo de la escuela somos conscientes de que nos ocupamos de una de las tareas más fundamentales de la sociedad. Las familias nos confían sus hijas e hijos, la sociedad nos encarga formar el futuro de nuestros jóvenes que es lo mismo que ir haciendo el futuro de la sociedad. Nuestros retos están mediados inevitablemente por cumplir las expectativas que se han depositado en nosotros y por ir haciéndolo cada vez mejor, superando las dificultades con las que nos vamos encontrando en el día a día. Que nuestras escuelas mejoren, que nuestras familias participen y que nuestro alumnado crezca.

¿Qué reivindicaciones urgen que sean escuchadas y atendidas por la administración?
–Desde nuestra asociación, fundamentalmente, llevamos años pidiendo estabilidad normativa, y un cambio de modelo en la función directiva basado en la profesionalización, en la mejora de la formación y de la selección. Apostamos por un sistema educativo en el que la autonomía y la evaluación sean principios rectores. Le pedimos a la administración que confíe en las direcciones de los centros, porque nuestra finalidad fundamental es la mejora de nuestro alumnado y de nuestra escuela.

Llevamos años escuchando eso de la generación perdida, ¿qué se puede hacer desde Secundaria en Huelva para minimizar sus efectos?
–Ser lo más serios posibles en el cumplimiento de nuestras funciones, intentar que nuestros chavales sean mejores cada día y estén mejor formados cada día. Y mejor formados es, fundamentalmente, hacerlos capaces de estar volcados al futuro con la mente abierta y con actitud positiva, ser capaces de aprender continuamente. Pero también pedir a la sociedad, a todos sus estamentos, que se preocupe por abrir caminos, que dé posibilidades que no cercene el futuro de las generaciones del futuro.

¿Es el onubense un alumnado motivado?
–El alumnado onubense son miles de alumnas y alumnos con miles de madres y padres detrás de ellos. Unos más preocupados que otros, unos más motivados que otros. Nuestra meta, en los puestos directivos, en la docencia, es esperar el máximo de ellos, es animarles a que den el máximo de sí mismos. Nuestra meta es que las familias estén con nosotros en esta complicada tarea que es la educación.

Otro término de moda al que la educación no escapa es recorte, ¿cómo están afectando a los institutos onubenses?
–En general y fundamentalmente, incremento del número de grupos para cada profesor, por lo que la atención y la dedicación a ellos es, necesariamente, menor. Tardanza en cubrir las bajas. También pérdida de posibilidades formativas para el profesorado en activo, menor número de horas de auxiliares en los centros bilingües, falta de reconocimiento del trabajo que profesores desempeñan por encima de los mínimos, por ejemplo los que se forman para impartir docencia en otros idiomas…

¿Hay una ratio aceptable en Huelva o hay aulas saturadas?
–Las medias que manejan los políticos son medias. Lo que quiere decir que hay más de un centro en el que el número de alumnas y alumnos por aula es mayor que el deseable. En estos días nuestra asociación recoge, de sus asociados, todas las incidencias que se producen: dificultades con grupos que son necesarios por la matrícula de septiembre, profes que no son nombrados, ratios que son sobrepasadas, modificaciones de última hora…. Es un proceso muy complicado en el que siempre existen incidencias.

¿Cómo calificaría el trato social que recibe hoy día la figura del profesor en Huelva?
–Nuestra impresión, en general, es que la sociedad onubense es consciente de la importancia de nuestra labor y, en consecuencia, recibimos un trato en esa línea: de respeto y cariño.

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