Una lucha diaria por ayudar a los enfermos alcohólicos. Más de cien personas han arropado este fin de semana a los voluntarios de la Asociación para el Tratamiento y Rehabilitación de Enfermos Alcohólicos y Familiares de Jaén 'Volver a nacer', presidida por Antonio Liébanas, en el acto de celebración del 11º aniversario fundacional. Fue el escenario de un homenaje a las personas que se han puesto en manos de los voluntarios de la Asociación para superar su adicción y que lo han conseguido.
Y es que como Antonio Liébanas recordó, no hay profesionales detrás de 'Volver a nacer', sino personas que han sufrido el problema del alcohol, que han salido y que con su experiencia ayudan a deshabituarse a quienes les piden ayuda. Y no son sólo los enfermos, sino que el papel de la familia es fundamental y por ello en la celebración de los once años de vida de la Asociación, algunos familiares contaron su experiencia y fueron reconocidos.
Fueron cuatro las personas que quisieron compartir sus vivencias con los presentes y sucesivos los homenajes que se produjeron como el que recibieron cuatro personas que llevan más de dos años sin beber.
También se destacó el trabajo de Julia Bermejo y Luis Regis del Moral, que trabajan “duro” por la Asociación como voluntaria y tesorero.
Al aniversario fundacional se sumó los 38 años que lleva en sobriedad el presidente de la Asociación.
En lugar de recibir un homenaje, Antonio Liébanas prefirió aplaudir la actitud de su mujer, Isabel Molina Fernández, y sorprender a su nieta Juani Liébanas López, recibiendo ambas un ramo de flores. También entregó flores a las autoridades presentes. Estuvieron la edil de Asuntos Sociales, Reyes Chamorro; la diputada de Bienestar Social, Adoración Quesada; y la delegada de Salud, Ángeles Jiménez.
Desde la puesta en marcha de 'Volver a nacer' se han tratado a más de 600 personas afectadas por la adicción y la intención de Antonio Liébanas es seguir trabajando “muchos años más”. De ahí que pidiera que no se recortara en ayudas a la Asociación, para evitar momentos tan delicados como los vividos en 2012, cuando estuvieron a punto de cerrar las instalaciones.
