Un total de 50 menores de entre 4 y 16 años disfrutan de los meses estivales en la Escuela de Verano 'Majarele', que un año más ha puesto en marcha la Asociación de Mujeres Gitanas 'Sinando Kalí', no sin dificultades. Su presidenta, María del Carmen Carrillo, recibió ayer a la edil de Educación, Francisca Molina, que visitó el colegio Muñoz Garnica, donde niños gitanos y de otras nacionalidades conviven y aprovechan el verano realizando actividades formativas y lúdicas.
“Es un lugar de encuentro y convivencia en el que se fomenta la igualdad educativa entre niños gitanos, musulmanes, senegaleses y de otras nacionalidades, es decir, una importante mezcla de culturas”, valoró la edil de Educación, que recordó que la colaboración del Ayuntamiento es hacer frente al pago del autobús en el que los niños se desplazan tres días por semana a la piscina de La Salobreja, a la que acceden de forma gratuita. Y es que además de repasar materias educativas, realizar actividades y entablar lazos de amistas que facilitan la igualdad, los niños disfrutan del baño los lunes, miércoles y viernes.
El esfuerzo de Sinando Kalí para continuar con la Escuela de Verano 'Majarele' ha sido mayor este año, cuando atiende a un número menor de niños, a los que se les ofrece también servicio de comedor.
Los primeros años atendían a 200 niños y Carrillo no descarta poder aumentar los cincuenta actuales, ya que hay lista de espera. “Intentamos que niños de distintos países tengan la oportunidad de compartir la educación a través de los juegos y que se diviertan con los talleres que organizamos”, dijo Carrillo. Y es que se trata de menores que “no tienen la oportunidad de poder irse de vacaciones, ni de estar en la playa” matizó.
Entre las actividades, la presidenta resaltó las de apoyo escolar porque los niños gitanos “cuando llegan a sexto de Primaria y a la ESO les quedan asignaturas pendientes y hay que conseguir que las aprueben en septiembre”.