La oferta de diálogo del Partido Popular no ha variado el discurso ni la estrategia de Ciudadanos. “No vamos a hacer pactos de gobierno ni vamos a entregar un cheque en blanco a nadie”, reiteró ayer, tajante, la candidata y concejala electa de Ciudadanos, Salud Anguita, que dijo no haber recibido llamado alguna de dirigentes del PP de Jaén.
No obstante, aunque cierren la puerta a pactos Anguita dijo que su formación “no se opone al diálogo con nadie”. Eso sí, lanza un mensaje claro antes de sentarse en la mesa: “No vamos a ser muletilla ni bisagra de nadie, solo hablaremos sobre propuestas concretas y sobre posibles acuerdos puntuales”.
Y en otras declaraciones, Salud Anguita se mostraba partidaria de dejar gobernar a la lista más votada en el Ayuntamiento, lo que podría allanar el camino para la investidura de José Fernández de Moya.
Los tres ediles electos de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Jaén -Salud Anguita, Víctor Santiago e Iván Martínez- aguardaban ayer la reunión, en Barcelona, del comité de pactos de Ciudadanos para analizar el nuevo escenario creado en los ayuntamientos tras las elecciones del 24-M. Esa reunión debe marcar la estrategia electoral del partido en la política de alianzas en los consistorios, pero Salud Anguita cree que no serán condiciones irrenunciables para las estructuras locales. “Estoy convencida de que tendremos cierta capacidad de maniobra a la hora de entablar un diálogo con los otros partidos”, señaló Anguita en alusión a esas consignas que le vengan desde la dirección nacional de Ciudadanos.
Ciudadanos ha irrumpido en el Ayuntamiento de Jaén con 6.240 votos (un 11,33%), convirtiéndose en la tercera fuerza política del Ayuntamiento aunque con los mismos ediles de Jaén en Común, que logró unos 500 votos menos.
Se da la circunstancia de que esos más de 6.200 votos de la capital son casi la mitad de los logrados por Ciudadanos en toda la provincia. La formación de Albert Rivera solo ha logrado 10 concejales en toda la provincia, tres de ellos los de la capital, una cifra por debajo de las expectativas que se habían marcado en los días previos a las elecciones.