El Ayuntamiento de Jerez tiene previsto publicar esta semana el bando municipal que regula el desarrollo de zambombas en la vía pública y que este año fija del 26 de noviembre al 25 de diciembre (ambos inclusive) su periodo de celebración. La principal novedad más que su contenido, que es similar al de 2019 (el pasado año ni siquiera hubo por la pandemia), es que la norma verá la luz más de una semana antes de su fecha habitual, pues el Gobierno local solía esperar a la primera de noviembre. Lo mismo ocurre con el periodo oficial autorizado, que también gana unos días, para hacerlo coincidir con el último fin de semana de noviembre, independientemente de que extraoficialmente ya haya zambombas programadas de particulares desde el 19 de noviembre o incluso antes. De esta manera, la Administración local, a la que le consta la demanda que hay en la calle, pretende dar más facilidades a los colectivos, hermandades, peñas y asociaciones sin ánimo de lucro “para que puedan ir organizándose para planificar sus zambombas” y conocer con más antelación los requisitos y el papeleo que necesitan. La idea es despejar todas las dudas lo antes posible y cualquier incertidumbre al respecto.
Así lo ha confirmado este medio el teniente de alcaldesa delegado de Urbanismo, José Antonio Díaz, que asegura que el bando está ya listo a falta de la firma de la alcaldesa para su publicación en estos próximos días. “Es muy parecido al de 2019, es prácticamente el mismo; lo que hemos hecho es aclarar más los distintos tipos de zambombas que puede haber y concretarlo más para mayor aclaración y facilidad para el solicitante a la hora de presentar la documentación”, apunta Díaz, que avanza que habrá tres modelos de solicitud, que podrán descargarse en el portal de Urbanismo.
Eso sí, tal y como precisa, la normativa municipal no irá más allá de estas cuestiones organizativas y permisos, sin entrar en tema de aforos ni otras cuestiones relacionadas con la situación sanitaria. “Nosotros regulamos, en el tema sanitario es la autoridad sanitaria, la Junta, la que tiene que decir. Ahora mismo estamos en nivel de alerta 0, esperemos que sigamos así. Nuestro planteamiento de publicarlo antes (por el bando) es poner las mayores facilidades posible, concretarles aún más y seguir impulsando la zambomba jerezana, que está declarada como Bien de Interés Cultural, por lo que debemos protegerla entre todos”, indica.
Díaz tampoco pierde de vista el tirón que tienen estas citas para beneficiar al sector de la hostelería local y la actividad económica en la ciudad. De igual manera, sabe que hay muchas peñas y especialmente hermandades pendientes, al tratarse de una fuente de ingreso importante.
Precisamente, las cofradías están esperando la publicación del bando como agua de mayo, al margen de que la mayoría ya tenga fecha para la suya. En el caso de la Hermandad de la Yedra, cuyas zambombas populares son unas de las más esperadas, este año tienen especial interés porque quieren celebrarla el 27 de noviembre en La Plazuela, delante de la capilla, al ser un espacio más amplio e idóneo por si hay aglomeraciones, a la par que “más significativo”. “Siempre la hacemos en la calle Empredrada, pero nos gustaría cambiar este año, pero no sabemos si nos van a autorizar porque hay que cortar tres calles (Sol, Empredrada y Pañuelo). Si no nos autorizan, pues la haremos donde todos los años”, señala el hermano mayor de esta cofradía, Manuel Hurtado, que confía en la “responsabilidad individual” de los ciudadanos que acudan a estas citas. “Aunque estemos al aire libre, el que quiera ponerse la mascarilla se la pondrá”, señala.
De lo que no tiene dudas es del reclamo que hay en la calle de las zambombas y del revulsivo que supone para las cofradías, a las que la pandemia les ha dejado raquítica la tesorería. “Son una fuente de ingreso muy importante, nosotros este año solo podemos hacer una, porque el día 8 de diciembre tenemos la salida de la Virgen a la Catedral. Las hermandades hemos tenido una merma importante de ingresos sin zambombas ni casetas de Feria, las que la tienen, y con el tema de la caridad no hemos parado, han sido dos años muy fuertes”, indica.
También se da el caso de nuevas cofradías que se van a estrenar con las zambombas en la calle, como ocurre con la Hermandad de la Buena Muerte, y otras que van a celebrar alguna más que otros años.
La Hermandad de las Tres Caídas ha programado hasta cuatro zambombas para los días 4,5,6 y 11 de diciembre. Su hermano mayor, Feliciano Pérez, tiene claro que el público “va a responder” y de lo necesario que son estas citas para la maltrecha economía de las cofradías. “Necesitamos ingresos, lo hemos notado muchísimo, la pandemia ha vaciado las arcas de las hermandades”, indica.
En cualquier caso, este reclamo traspasa Jerez y la provincia, pues los propios touroperadores contactan ya con restaurantes y hoteles jerezanos para programar excursiones organizadas desde Andalucía e incluso fuera para vivir la Navidad jerezana. Es lo que está ocurriendo en el Hotel Quitagolpes, a la entrada de Jerez, en la antigua nacional IV, cuyos dueños son los primeros sorprendidos de esta demanda. Su accesibilidad y su enorme salón, son su mejor aval. “Las agencias de viaje nos están llamando para traer autobuses con grupos para almuerzos, sin que nosotros hayamos hecho ningún tipo de publicidad. Tenemos un salón grande y un buen parking -prosigue- algunos nos piden incluso un grupo para cantar villancicos, que también contratamos, y luego se lo llevan al centro para que vean el ambiente”. Otra garantía es que no mezclan los grupos, aunque las reservas deben ser para un mínimo de 35 personas, para las que cierran el salón. Este año no hagan planes, vuelve la zambomba jerezana.