Si había un día de la Semana Santa jerezana asequible para ver ese era el Martes Santo. Defensión, Amor y Desconsuelo. Tres cofradías, cinco pasos desde 1982, el año después de que un rayo dejase sin palio a la Hermandad de San Juan, hasta 2004 en el que se incorporó el paso del Nazareno Cautivo.
En 2005, con la presencia en Carrera Oficial de La Clemencia de San Benito, se pasó a cuatro cortejos procesionales y 7 pasos, perocontinuaba siendo una jornada tan abarcable como antaño ya que los blancos penitentes del Polígono salían muy temprano a la calle y había la posibilidad de verlos por su collación, cuando no atravesando la Avenida Alvaro Domecq mientras se esperaba la salida de La Defensión capuchina, otra hermandad que, recordando el artículo de ayer, ha pasado muchas y complicadas vicisitudes a lo largo de su ya luenga historia y que está ahí con poderío y habiendo logrado imponer un sello propio y de bien hacer no solo en la calle sino en su vida interior. Tras presenciar al imponente Crucificado de Esteve y Bonet y a su Madre de La O se podía ir a Porvera en busca de la Hermandad que se tuvo que reiventar tras aquel fenómeno atmosférico que llevó a la bellísima Virgen de los Remedios de nuevo al Misterio y que tuvo que construir una capilla tras verse obligado a salir de la antigua parroquia castrense de San Juan de los Caballeros y finalmente allí mismo en Porvera, o en Ancha, presenciar el desfile de los rojos y negros cofrades de la cofradía de San Mateo,que se hace más barrio que nunca cada Martes Santo porque todos los que en él vivieron retornan ese día al calor de la Fe y del encuentro con el Señor de Las Penas y su Madre a la que seguro que Agustín Pérez estará pintando en su salón de los cielos eternos.
De aquel Martes donde en un visto y no visto podías verlo y analizarlo todo a este otro que es el que acoge más hermandades y que se abre al extrarradio con la Salud de San Rafael, la Salvación de las Torres o Bondad y Misericordia de Juan XXIII, aunque saldrá del Santuario de María Auxiliadora a la espera de poder hacerlo desde su Capilla.
