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La Línea se echa a la calle para seguir a Jesús de Medinaceli

María Santísima del Amor es una de las más queridas. Representa la dulzura, la contención y la tristeza

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  • Los pasos procesionales que salieron en Miércoles Santo por las calles linenses -
El Miércoles Santo es una noche de emociones para los cofrades de La Línea. Para la barriada del Junquillo, emociones y tristeza, para San José y Conchal, fervor y pasión ante los titulares de Oración del Huerto y Medinaceli. Miles de linenses se volvieron a congregar un año más para mostrar su devoción al cristo del pueblo: Nuestro Padre Jesús el Cautivo, y su madre, María Santísima de la Trinidad. En primer lugar, Jesús en la Oración del Huerto y María Santísima del Amor procesionó por las calles en un nuevo alarde de técnica de los costaleros de esta hermandad, que hacen bailar con especial artesanía a las imágenes cotitulares de la cofradía.

De bello rostro, María Santísima del Amor es una de las más queridas del Miércoles Santo. Representa la dulzura femenina, la contención de unos sentimientos de tristeza que rompen el alma de una madre preocupada por su hijo. Como cada Semana Santa, fue una de las más piropeadas en la noche del Miércoles Santo.

Aunque el más seguido de todos fue, un año más, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, más conocido como Medinaceli, que hizo su recorrido acompañado por miles de personas. También su madre, María Santísima de la Trinidad, acompañó los firmes pasos de este señor de piel tostada y mirada cabizbaja. Es el Cristo más venerado en La Línea de la Concepción, con 475 nazarenos y cientos de feligreses con promesas. La comitiva de este Jesús la más larga de la Semana Santa linense.

Pero el Miércoles Santo es también la cita de los linenses con el Santísimo Cristo del Abandono y Nuestra Señora del Mayor Dolor, una cofradía con una amplia tradición que también congrega a una importante multitud de fieles, y que se caracterizó, un año más, por la seriedad, la sobriedad y la firmeza de un paso que los linenses viven con especial pasión, como lo demostraron las saetas que se dejaron sonar a su paso por las calles del municipio.

La cita cofrade en la ciudad se inició por la tarde, con la salida en procesión de La Oración en el Huerto, una cofradía que cuenta también con más de cincuenta años de tradición en la Semana Santa linense, y que plasmó la belleza de sus pasos en un recorrido seguido con especial expectación por las calles del centro.

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