En este caso, la intervención se saldó con la incautación de una tonelada con 98 kilos y 159 gramos de cocaína, que estaba siendo transportaba camuflada en el interior de muebles de madera rústica como baúles, armarios y anaqueles.
Fruto de esta operación fue detenido el ciudadano ecuatoriano Jhonny González Marcillo, de 46 años de edad, responsable del transporte de la mercancía, que tenía declarado legalmente el transporte de muebles de madera rústica hasta el puerto de Algeciras.
Las investigaciones en la denominada Operación Baúl se iniciaron a través de un trabajo técnico de los especialistas en el control del puerto de Guayaquil, que determinaron situaciones anormales en la documentación que presentó el exportador, quien figuraba como una persona natural.
Al revisar la base de datos, los agentes descubrieron que González Marcillo no era un conocido exportador sino una persona que se dedica a comprar y vender frutas y que no tenía nada que ver con la comercialización de muebles.
Otro de los aspectos que levantó sospechas en los oficiales encargados de la supervisión aduanera del dique ecuatoriano fue que esos enseres provenían de Portoviejo, Manabí, cuando esa provincia no es muy reconocida por artesanías en madera para exportación.
Continuando con las indagaciones, se determinó que los muebles fueron fabricados y embarcados en Cuenca, Azuay, por lo que se emprendió un trabajo investigativo más amplio con el objetivo de identificar a otras personas que estarían involucradas con el cargamento de droga.
1.092 paquetes
Al realizar la inspección manual y con la ayuda del un escaner del contenedor, se evidenció que los ocho baúles que formaban parte del cargamento estaban bien asegurados, reforzados con bisagras y candados, por lo que la sospecha fue aún mayor.
Cuando se procedió a la apertura, descubrieron que el interior estaba recubierto con láminas de plomo, material utilizado por los narcotraficantes para evitar la detección de la carga a través del sistema de rayos X.
Como resultado de la intervención, se decomisaron 1.092 paquetes, tanto de forma cilíndrica como de ladrillo, con cocaína que tenía como destino el puerto de Algeciras. Los paquetes, recubiertos con cinta adhesiva café, negro y transparente, tenían impresos los logotipos de la Chevrolet, la letra M y dibujos de un búho.
Al detenido se le inició un juicio por tráfico de drogas y en los actuales momentos guarda prisión en una cárcel ecuatoriana. Las investigaciones continuarán su curso durante los próximos 30 días, hasta el 12 de julio de 2010, en que la fiscal tiene plazo para emitir su dictamen.
