La integrante del comité de empresa y de la comisión negociadora del ERTE, Rosario González (FIA-UGT), confirmó ayer que “todavía no han entregado la solicitud de prórroga pero estamos a la espera de ver en qué términos se presenta. Sabemos que están trabajando en este tema y que preven entregarlo mañana (por hoy viernes)” en la Delegación Provincial de Empleo en Cádiz.
La Seda comunicó a los trabajadores el pasado lunes su intención de extender el ERTE durante dos meses más para concretar la venta de las instalaciones sanroqueñas, previsiblemente a una de las tres empresas interesadas hasta ahora en adquirirlas.
Si bien la compañía advirtió que de no completarse la venta en este nuevo periodo presentaría un expediente extintivo para la totalidad de los trabajadores y cerraría la planta, los representantes sindicales avanzaron su más rotundo rechazo a cualquier nueva prórroga.
Así, FIA-UGT apunta que “parece ser que no se ha materializado ninguna oferta que les haya gustado, por lo que nos piden dos meses más. Nos negamos en rotundo, porque es para nada”.
Desconfianza
Los sindicatos avanzaron que los trabajadores tienen la intención de incorporarse a sus puestos el día 2 de septiembre para el normal desarrollo de sus tareas.
En este sentido, González aclara que “hay gente que ya ha consumido 18 meses de paro. Si son tan rematadamente malos como hasta ahora en las negociaciones, igual al final nos ponen en la calle con solo cuatro meses” de prestación por desempleo.
Los sindicatos señalan que “siempre son promesas que no acaban de cumplirse. El lunes trasladamos a la plantilla las conversaciones y los trabajadores se mostraron muy enfadados porque ya no pueden más”.
Eso sí, los trabajadores sí dejaron abierta una posibilidad a aceptar negociar sobre una nueva extensión del ERTE siempre que se dé la circunstancia de que sea el próximo comprador el que la pida.
Además, FIA-UGT explica que “abrimos el abanico de diálogo a todos, pero siempre y cuando haya algo en firme sobre la mesa y que sea el comprador el que lo requiera. De La Seda ya no nos fiamos”.
Incluso los trabajadores anuncian que podrían posicionarse en un “espacio para el diálogo con el comprador” para ultimar las condiciones de la venta.
Deuda arrastrada
Otro motivo para la desconfianza de los trabajadores se asienta en la deuda que Artenius mantiene con ellos. Así, la compañía les debe aún una paga extraordinario así como la parte correspondiente a uno de los salarios mensuales dentro del ERTE.
González critica que “nos dijeron que con la ampliación de capital iban a afrontar la deuda de los trabajadores y no fue así. Ahora nos dicen que liquidarán a mitad de mes”.
