La Sección algecireña de la Audiencia celebró ayer a puerta cerrada la vista del juicio contra un algecireño, J. N. S. al que se acusa de los delitos de robo, lesiones y agresión sexual contra una mujer de origen marroquí residente en la barriada de La Bajadilla, según informaron ayer fuentes cercanas al caso.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena total de 21 años de cárcel -cinco años por el robo, otros cinco por lesiones y el resto por la agresión sexual-.La víctima, de 47 años, fue atacada en su propia casa y sufrió numerosas lesiones a consecuencia de la agresión.

Fuentes judiciales precisaron que la agresión tuvo lugar el 14 de abril de de 2007 a las 17.00 horas  en el domicilio de la mujer, en la calle Perlita. La víctima acababa de llegar a casa y se encontraba en el cuarto de baño, cuando su agresor, con un pañuelo en la cabeza, le cogió el cuello por detrás y armado hasta con dos cuchillos la amenazó con matarla si no le entregaba todo lo que pedía.

De este modo, el individuo se hizo supuestamente con un botín consistente en unos 300 euros en metálico y numerosas joyas. No contento con esto, se habría llevado a la mujer al dormitorio y realizado una tentativa de violación, que finalmente no pudo consumar.

Las fuentes consultadas explicaron que, después de la agresión sexual fallida arrastró a la mujer hasta el salón donde comenzó un forcejeo en el que el acusado habría provocado a la mujer numerosas contusiones y cortes en brazos y piernas, así como una herida abierta en la cabeza que precisó de 14 puntos de sutura. Esta última se habría producido después de que el agresor le hubiese tirado encima el televisor.

Fueron los propios vecinos de la agredida los que, tras conocer el estado en que había quedado la mujer, avisaron a la Policía Nacional, que poco después logró la detención del individuo. Fuentes judiciales apuntaron que este hombre contaba ya con antecedentes anteriores por la misma causa. De hecho, se le llegó a acusar de la violación de otra mujer marroquí de 80 años, pero la mujer no lo reconoció.

En base a las informaciones recibidas, el agresor llevaba ya varias semanas acechando a su víctima. Las mismas fuentes resaltaron que el presunto violador la seguía por la calle y que la mujer se sentía profundamente insegura antes de la agresión, que tuvo lugar el pasado año.

Intruso
El presunto violador se las habría ingeniado para entrar en la vivienda justo cuando la mujer se disponía a entrar en ella, y una vez dentro consumó supuestamente la agresión física y sexual. El Ministerio Fiscal imputa, asimismo, a este individuo la comisión de un delito de robo, ya que se produjo denuncia por parte de la mujer de la sustracción de numerosos bienes, la mayor parte de ellas joyas, del interior de la vivienda, antes de que el agresor la abandonase malherida en su casa.

La mujer sufrió un desmayo momentos antes del inicio de la vista ante la perspectiva de volver a ver a su agresor.