La Esperanza de la Yedra recibió este domingo la Medalla de la Ciudad, una distinción con la que el Ayuntamiento reconoce el arraigo de la imagen en el barrio de San Miguel, hasta el punto de haberse convertido con el paso de los años en una de las principales señas de identidad de la Plazuela. El acto se llevó a cabo a la finalización de un solemne pontifical oficiado por el obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, que tuvo como marco la Basílica de la Merced, a donde en la tarde del sábado había sido trasladada la Virgen de la Esperanza.
Posteriormente, al filo de las ocho de la tarde, daría comienzo la procesión extraordinaria de regreso a la capilla de la Yedra, una cita a la que se sumaron miles de jerezanos y no pocos visitantes, ya que incluso se organizaron distintas excursiones para disfrutar de un hito que se antoja irrepetible.
El cortejo de hermanos fue precedido por la Agrupación Musical de la Estrella, de Dos Hermanas. Detrás, un nutrido grupo de cofrades de la Hermandad de la Yedra con cirios y las representaciones de las corporaciones especialmente vinculadas a la cofradía de la Plazuela, como La Buena Muerte, Las Tres Caídas o La Expiración, entre otras.
La Virgen de la Esperanza fue escoltada durante todo el recorrido por voluntarios de la Armada Española, procesionando sobre el paso de la Santísima Virgen del Carmen. La dolorosa lució para esta ocasión un manto rojo bordado de la Virgen del Rosario de Bornos, así como su saya y corona habitual de salida. El paso fue exornado con rosas y nardos blancos.
Tomás Sampalo Torres tuvo a su cargo la dirección de la cuadrilla de costaleros, contando el paso con el acompañamiento de la Banda de Música de Los Rosales, de Sevilla. A la salida, se estrenó la marcha Esperanza de la Yedra Coronada, del exdirector de la Banda Municipal de Música de Sevilla, José Albero Francés.
En la calle Merced se vivieron momentos especialmente emotivos, no faltando petalás y saetas. Pero sin lugar a dudas sería la llegada a la capilla del antiguo asilo de San José, en la calle Taxdirt, uno de los pasajes más destacados de la procesión, ya que supuso el regreso de la Virgen de la Esperanza al lugar en el que se le rindió culto antes de que llegara a la Plazuela a finales de los años veinte del siglo pasado. Por si fuera poco, la Esperanza se encontró frente a frente con el Señor del Prendimiento, completando un momento que difícilmente tenga parangón alguno en la historia
