Lo estaban viendo venir y ha sido llegar la primera noche fuerte de lluvias y cumplirse sus advertencias. Esta vez el susto se lo ha llevado el vicepresidente de la asociación de vecinos de La Constancia, Juan Miguel Payán, quien al despertarse el pasado viernes por la mañana se encontró con que parte del techo del baño de su casa (en un Primero de la calle Belmonte,9) se había venido abajo. Horas después, además de visiblemente molesto, se mostraba indignado y, a su vez, dando gracias a Dios porque, afortunadamente, el suceso no le cogió con nadie de su familia dentro del aseo, consciente de que si hubiera sido así las consecuencias hubieran sido bien diferentes.
Ya en la última reunión que mantuvo con el delegado territorial de Fomento y Vivienda, Manuel Cárdenas, este mismo mes, le hizo llegar el malestar de los vecinos por el no cumplimiento del convenio de rehabilitación que tienen firmado, pero salvo emplazarles a noviembre, la Junta sigue sin trasladarles nada firme.
Mientras tanto, como denuncian, La Constancia “no puede esperar más”; “En esa reunión se lo dijimos, que los techos se caen, y mira lo que ha pasado, y la parte que aún no se ha caído seguro que se viene abajo en cualquier momento; esto no puede seguir así”, se queja.
Aunque en el caso de Payán la cosa no ha pasado a mayores, no es la primera vez que un miembro de la junta directiva del colectivo vecinal sufre en sus carnes el mal estado de los techos de estos bloques. Justo hace cinco años, en la madrugada del 25 de octubre, el presidente de la asociación vecinal, Paco Flores, y su esposa, acabaron sepultados bajo los escombros después de que la cubierta de su piso se venciera.
Debido al peso, el matrimonio, con cama incluida, se desplazaron hasta la tercera planta de un inmueble que afortunadamente estaba vacío. Este derrumbe obligó a desalojar todo el bloque de forma preventiva; sin embargo, en el caso del vicepresidente del colectivo, el pasado viernes los técnicos de la Junta le dijeron que podría permanecer sin problema porque no había peligro, a la espera de volver a llamarle el lunes. Hay que recordar que exceptuando cinco bloques sobre los que se actuó, el convenio suscrito con la Junta y que contemplaba actuaciones en el periodo comprendido entre 2009 y 2011 está pendiente de ejecutarse en más de 39 bloques, después de que en los últimos dos años sólo se hayan realizado obras de emergencias.
Una vez concluidas estas últimas en varios inmuebles de esta barriada y los barrios de La Asunción y La Vid, donde sus vecinos no podían aguantar más con sus techos apuntalados, en La Constancia creen que es hora de que la Administración autonómica dé de una vez por toda prioridad a este proyecto y ejecute el acuerdo si no quieren que cualquier día ocurra una tragedia