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Jerez

La provincia obtiene sobresaliente en ‘marca España’

La gastronomía gaditana se reivindica en Suecia como recurso empresarial y turístico. Cádiz ensalza su tradición culinaria y el auge de la mano de la nueva cocina

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Han recorrido una distancia de casi 4.000 kilómetros para llegar desde la provincia de Cádiz hasta Estocolmo y lograr una inmediata e inevitable conquista: la del sabor. Vinos, chacinas, quesos, aceites, dulces, productos de almadraba, salazones... Y es sólo la materia prima. Si a ello añadimos nuestra tradición culinaria y el creciente y respetado peso de la nueva cocina, es como sumar dos más dos. Eso es, precisamente, lo que está haciendo esta semana el Patronato de Turismo de la Diputación de Cádiz dentro de la iniciativa Cómete España: sumar en favor de la provincia de la mano de su gastronomía y, al mismo tiempo, reivindicándose internacionalmente como uno de los referentes en la materia para la marca España. 

De hecho, es la provincia de Cádiz la que abandera -junto con Gran Canaria- esta primera acción comercial en el exterior de un proyecto que pretende difundir el conocimiento de la cultura gastronómica española en otros países -comenzando por Suecia-, así como contribuir al diálogo intercultural a través de la gastronomía, promoviendo el turismo cultural gastronómico hacia España, como destino privilegiado en este campo.

En este sentido, la segunda de las citas promocionales previstas en Estocolmo se desarrolló en la sede del Instituto Cervantes, donde se celebró un fórum sobre creación gastronómica española contemporánea protagonizado por el chef gaditano Mauro Barreiro y el madrileño Mario Sandolval. Con antelación se proyectó el vídeo institucional de la provincia, Cádiz, faro del sur de Europa, y el primer capítulo de la serie Un país para comérselo, de Imanol Arias y Juan Echanove, que estaba dedicado a la provincia, bajo el título Atunes en el paraíso, y en el que se realiza un atractivo y ameno recorrido por las singularidades gastronómicas de la provincia -algunas de las cuales tuvo la oportunidad de degustar el público asistente-.

Mario Sandoval fue quien dio pie al diálogo entre colegas defendiendo la riqueza gastronómica española como consecuencia de su mestizaje. “Eso unido a la formación, la creatividad y la investigación hace que dé ahora mismo la mejor imagen de España en el exterior, por encima incluso del deporte”. Un punto de partida que conectó a su vez con la provincia de Cádiz para describir lo que, en su opinión, es su gran valor añadido: “En Cádiz no se busca el éxito, sino ser felices. Tienen cocina tradicional y creativa, gracias a la aparición de un número de creadores que han demostrado ser inconformistas y buscando siempre la excelencia”, tras lo que citó a Ángel León y al propio Mauro Barreiro. Era pues, su turno. Tocaba hablar con propiedad y con conocimiento de causa bajo el prisma de nuestro gran invento: la tapa.

La tapa
Barreiro remarcó una vez más ante el auditorio sueco que una tapa no es un plato pequeño para comer rápido, sino todo un concepto que engloba “un gran trabajo por detrás” -conseguir la máxima expresión de un plato en una porción- y nuestra propia costumbre social. “No se trata de comer para alimentarnos, sino de reunirnos en torno a una mesa y disfrutar de la comida; es una acción social donde además le damos la bienvenida a la gente que viene de fuera y le recomendamos que vayan a los mejores sitios de la ciudad a probar sus creaciones. Con la tapa transmitimos años de historia en un pequeño bocado, y eso es dar lo mejor de nosotros mismos. Sin olvidar la materia prima ni la magia de donde te la comes. Es un concepto ligado a una forma de vivir y si el turista que viene a  nuestra provincia prefiere quedarse en los hoteles, se pierde la magia de esos lugares”.

Todo eso, que puede que a usted le parezca lo más natural del mundo, tuvo un impacto sensacional entre el público sueco asistente a la cita en el Instituto Cervantes, y más aún después de degustar las tapas que el propio chef gaditano había preparado para la ocasión con nuestra mejor materia prima. La conquista del sabor unida a la de una experiencia singular.
La diputada de Turismo, Inmaculada Olivero, resaltaba por su parte a la finalización del fórum, y en la línea del discurso de Barreiro, que en la provincia “tenemos muchos creadores que están haciendo de la cocina una obra de arte, todos ellos emprendedores, como es el caso de Mauro, y desde Diputación vamos a seguir en la línea de ayudarlos, ya que necesitan un empuje promocional, así como por lo que suponen para el impulso del turismo en la provincia”.

Como decía Barreiro, “no hay turismo sin gastronomía de calidad”, y la provincia ha venido a demostrar a Estocolmo que tiene calidad sobrada para atraer nuevos visitantes y, por supuesto, para reivindicarse desde la misma como uno de los mejores embajadores de la marca España.

“En Cádiz le ponemos pasión a todo lo que hacemos”

Mauro Barreiro apenas tuvo tiempo para descansar entre la Masterclass y el debate en el Instituto Cervantes, pero tampoco le importó mucho. La gastronomía es su vida, es su pasión, y eso mismo aseguró que es la clave de la relevancia de la cocina que se practica actualmente en nuestra provincia: “En la gastronomía de Cádiz veis que la gente tiene pasión por lo que hace. Si a ello añadimos que se cocina con productos de calidad, el éxito está asegurado”.

La clave, en su opinión, está en la “reinvención” continua, y aludió incluso a Charles Darwin para sostener su teoría: “No sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta. Los que nos dedicamos al negocio de la gastronomía somos gente que superamos las adversidades reconvirtiéndonos”, subrayando de nuevo, como ventaja fundamental en el caso de Cádiz, que “hagamos lo que hagamos, tenemos una calidad espectacular”.

Dentro de esa obligada innovación puso como ejemplo sus labores de investigación, de la mano siempre del Departamento Tecnológico de Alimentos de la Universidad de Cádiz: “Es impresionante trabajar con ellos”, y puso como ejemplo la recuperación del gárum o las nuevas experimentaciones con vinos de Jerez. Precisamente, Barreiro también dedicó una mención especial para los vinos de la prestigiosa denominación de origen, con motivo de la designación de Jerez como Ciudad Europea del Vino. El chef gaditano describió sus diferentes variedades, pero puestos a recomendar con qué hay que acompañarlos, concluyó: “El vino de Jerez hay que tomarlo con lo que a uno le apetezca”.

“Ponemos en valor nuestra gastronomía”

La diputada de Turismo, Inmaculada Olivero, fue la encargada de dar la bienvenida al público congregado en la sede del Instituto Cervantes en Estocolmo, momento en el que destacó que para la provincia de Cádiz “es un honor participar de este proyecto, ya que llevamos mucho tiempo poniendo en valor la gastronomía gaditana, ya que se trata de un recurso empresarial y turístico que contribuye a mostrar toda nuestra grandeza y diversidad”.
Olivero resaltó que la de Cádiz es una provincia “muy peculiar”, en la que recorriendo apenas unos kilómetros te puedes encontrar en la sierra o en el mar, lo que permite disfrutar de ambientes muy distintos al mismo tiempo, y eso es algo que no pueden ofrecer muchos otros lugares”.
Con respecto al auge de la gastronomía en la provincia también resaltó sus dos principales manifestaciones: la vinculada con el pasado, con la tradición -con mención especial para los “guisos de las abuelas” que se pueden degustar en muchos pueblos-, y la que te permite disfrutar con la innovación, de la mano de muchos chefs que se han convertido en referentes de la nueva cocina, caso de Ángel León o Mauro Barreiro, presente en la cita de Estocolmo.
En definitiva, la diputada de Turismo puso como referencia a la provincia a la hora de cumplir con la máxima que dice que “cuando se elige un destino, hay que sentirlo”. “Y hoy vais a comprobarlo”, concluyó.
Inmaculada Olivero contó en el acto con el agradecimiento de Joan Álvarez, director del Instituto Cervantes, quien aseguró que “ha sido una suerte para nosotros contar como socio en este proyecto con la Diputación de Cádiz”, en la que ha sido la primera acción promocional de Cómete España, un proyecto “en el que creimos y que tendrá irradiación en el futuro”. Eso sí, fue más prudente con el lema: “Degusten España”.

Una provincia para comérsela

Además de los folletos promocionales de la provincia, el acto celebrado en la sede del Instituto Cervantes en Estocolmo, contó con la proyección del capítulo dedicado a Cádiz de la serie ‘Un país para comérselo’, presentada por Imanol Arias y Juan Echanove.

El acto de la provincia tuvo ‘overbooking’

El salón de actos del Instituto Cervantes estuvo abarrotado de público, en respuesta a la jornada de presentación de la propuesta turística y gastronómica de la provincia de Cádiz. La diputada Inmaculada Olivero fue la encargada de darles la “bienvenida a Cádiz”.

En defensa de la rica variedad de la provincia

Al chef Mauro Barreiro le pidieron que recomendara tres lugares de la provincia, pero eso era quedarse corto: empezó por las bodegas de Jerez, siguió por el restaurante Campero de Barbate, por Aponiente, El Faro, Vejer, la Sierra: “Si me pongo a recordar no paro”.

En el acto se pasó de la teoría a la práctica

El público asistente pudo degustar a la finalización del acto productos exclusivos de la provincia de Cádiz -desde vinos de Jerez hasta quesos y embutidos de la Sierra y alfajores de Medina- y tapas elaboradas por el chef Mauro Barreiro, entre ellas, una sopa de tomate.

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