"El Ayuntamiento debe asumir el montaje de los palcos"

El próximo jueves día 9 a las 20:30 horas, en la iglesia parroquial de Los Cuatro Evangelistas (San Marcos) será la toma de posesión de la nueva junta de gobierno de la Sagrada Cena, que estará presidida por   Manuel Muñoz Natera, que no se estrena precisamente en el cargo ya que con anterioridad lo había ostentado, antes de ser presidente de la Unión de Hermandades.  Muñoz Natera fue elegido nuevo Hermano Mayor de la Corporación para lospróximos cuatro años  en un Cabildo que arrojó 90 votos a su favor,   3 no, 4 en blanco y 1 nulo de un total de 98 emitidos. Así, Muñoz Natera, que agradeció emocionando a los hermanos el trato que le habían dispensando, vuelve al primer plano de la actividad cofrade tras unos años en segundo plano, aunque dedicado plenamente a su hermandad y siempre atento al devenir del mundo cofrade jerezano, tras haber abandonado la presidencia de la Unión de Hermandades.
¿Por qué vuelve al primer plano de la actividad cofrade, por qué retorna nuevamente a asumir el mando de la Junta de Gobierno de su hermandad?
—Porque diversos hermanos me han pedido que volviese a tomar las riendas de la Hermandad. Así de simple. Yo estaba muy tranquilo, ya me encuentro jubilado y no me lo planteaba, pero me lo pidieron y no me negué, porque creo que vuelvo para prestar un servicio a mi Hermandad  y lógicamente con la clara la intención de que esta etapa sea tan buena y fructífera como la anterior.
Evidentemente su figura no pasada desapercibida en el mundo cofrade de Jerez. No lo fue durante su tiempo anterior como Hermano Mayor de la Hermandad radicada en San Marcos ni tampoco durante su periodo de mandato en la Unión de Hermandades., Ya se dice en los mentideros cofrades de la ciudad que con su vuelta los Plenos de hermanos mayores prometen no ser aburridos en absoluto.
—Todos los que me conocen saben muy bien como soy.  Y seguiré siendo igual, ahora no voy a cambiar.  Lo que me parezca bien diré que está bien y lo que me parezca mal también los comentaré. Lo que es cierto es que esta Institución, la Unión de Hermandades, que nació en 1937, se encuentra en un momento de decadencia total y no puede seguir por el camino que lleva.  
¿Qué le achaca, qué es lo que entiende que no se está haciendo bien en estos momentos?
—Le achacado falta de entidad y de carácter. Pienso  que a la Permanente le falta llevar a cabo sus  sus funciones y al pleno coordinación. Verá, el Consejo de la Unión de Hermandades ha ido haciendo dejación de sus funciones y esto hay que reconducirlo para que el mundo de las cofradías vuelva   a tener su entidad y su carácter y recupere de una vez el respeto del que siempre ha gozado. Todo el mundo intenta ningunear a las hermandades y el primero que entra en cualquier estamento intenta atacarla desde cualquier sitio o desde cualquier posición.
¿Quiero leer entre líneas que ve dificultades en el entendimiento de las Hermandades con las instituciones, instituciones como el Ayuntamiento en el que recién acaba de estrenarse un nuevo  Gobierno Municipal?
—En absoluto, no creo que vayan a existir problemas en las relaciones entre el mundo cofrade y el Ayuntamiento. Eso sí, pienso, desde mi punto de vista personal claro está, que el Ayuntamiento debe ser el que monte los palcos, como una aportación del mismo a la Semana Santa. Las hermandades le dan mucho a la ciudad de Jerez  y deben recibir esa aportación.  Lo digo de igual forma que entiendo que el Ayuntamiento no debe dar subvenciones de tipo alguno a las hermandades. Lo mismo que digo que no deben existir subvenciones, digo que el Ayuntamiento debe llevar a cabo el montaje de los palcos, como lo  ha hecho desde siempre, desde que tengo uso de razón, quitando este último tiempo en que el tema lo han asumido las hermandades. 
Volvemos a su cargo de hermano mayor de la Sagrada Cena Sacramental. Será el próximo jueves, día 9, cuando tome posesión de su cargo. ¿Con qué ideas llega de nuevo al cargo?
—Con la continuar en la misma línea en la que se encuentra la Hermandad. Tenga en cuenta que esta Hermandad desde que nació tiene su identidad, su propicia idiosincrasia y esa va a continuar. No vamos a romper absolutamente con nada. Solo vamos a ir haciendo cosas que entendemos que hacen falta y no a romper la línea que está llevando desde su creación porque no es necesario hacerlo.
Para ello, para seguir con esa labor emprendida ya hace muchos años, se ha reunido de gente ilustre en el seno de la Hermandad, como Juan Cervilla Ortiz, que retorna después de varios años a una Junta de Gobierno
—Cierto. Juan Cervilla es prácticamente el decano de la Hermandad. Lleva cincuenta y cinco años en la misma y la ha vivido desde el primer día y a todas horas y hasta en distintos cargos. Puede haber algún hermano que tenga un número inferior al de él pero no ha seguido viviendo la hermandad desde dentro en el día a día. Por eso para todos nosotros es el decano y vamos a aprovecharnos de su sabiduría y de su saber estar. Pero si está el decano también en la Junta de Gobierno hay gente joven, que llega empujando y con ganas e ilusión,  y por vez primera una mujer que se va a encargar de la Bolsa de Caridad. Una bolsa de caridad que queremos que sea fuerte y en la que se trabaje mucho y bien para hacer frente a las muchas necesidades económicas que desafortunadamente hay en nuestros días. Ojalá no hiciese falta, pero desgraciadamente se necesita y queremos fortalecer esa parcela.
Y a nivel estricto de cofradía en qué sentido se va a trabajar.
—Pueden faltar algunas cosas, el tema del guión..., pero lo importante es, y va a ser, el culto interno, la atención a los necesitados y, si quiere, terminar de vestir la hermandad por dentro, pero lo importante es la vida interna y esa asistencia que tanta falta hace.  
Vamos terminando. ¿En qué momento ve el mundo de las hermandades?
—Un momento malo.  
¿Por qué, porque no encuentra su sitio en la iglesia, en la sociedad?
—No es por es, pero estamos en momentos de muchas turbulencias. Hay hermandades jóvenes y hay casos que no cuadran como el de  Bondad y Misericordia. La comunidad religiosa donde estaba asentada pidió de forma insistente de que se la hiciese hermandad y a los pocos días de ser erigida le dicen que se tienen que ir. Eso no concuerda con lo que deben ser las hermandades, con el sitio que deben ocupar.