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Las piedras reescriben su historia en verano

Las obras de las viejas ermitas de San Telmo y la Yedra se suman estos días a otras como las de Santiago, ya en su última fase

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  • Interior de San Telmo -

Estos próximos meses son claves para la conservación de varios edificios notables del patrimonio histórico de la ciudad, por cuanto está previsto el inicio y culminación de no menos de cinco importantes proyectos. En su última fase se encuentra ya el más ambicioso de todos ellos, que está permitiendo la rehabilitación de la iglesia de Santiago. Después de numerosas vicisitudes, todo apunta a que las obras concluirán a finales de año, por lo que el templo podría reabrirse al culto coincidiendo prácticamente con el inicio de la Cuaresma.

Se trata del proyecto de mayor envergadura ejecutado en los últimos años en la ciudad, e incluso puede afirmarse que el trabajo que dirige el arquitecto Emilio Yanes trasciende de su frontera natural, ya que las técnicas que se están aplicando en él sirven ya de referencia a otros profesionales de Europa.

“En una obra de esta envergadura nunca puede hablarse de una fecha concreta de finalización, pero si no surgen nuevos problemas la idea es que los trabajos acaben a finales de año”, explica Diego Moreno, que es el párroco de Santiago.

El trabajo que se estaba ejecutando en las cubiertas -que incluye la impermeabilización del templo- se encuentra “prácticamente terminado”. “Siguen trabajando en el campanario y en la espadaña, pero ahí no queda mucho, y están también con la capilla del Sagrario y la limpieza interior”, añade.

En principio se había previsto únicamente la limpieza de los muros interiores, pero no de las bóvedas. Sin embargo, una vez con el trabajo iniciado se decidió acometer la limpieza integral de la piedra. Esos trabajos de limpieza permitieron localizar una nueva grieta junto al presbiterio. La fractura ya estaba ahí, no es nueva, pero había permanecido oculta tras la suciedad acumulada por el paso del tiempo. Esta circunstancia ha retrasado la conclusión de los trabajos. En cualquier caso, la incidencia ha sido ya resuelta por el equipo que dirige Emilio Yanes.

Una vez que concluyan las obras, “habrá que preparar y acondicionar el templo”, unas tareas que tendrán que dotarlo de sistemas de iluminación y sonido. Además, habrá que recuperar todos los enseres que actualmente se encuentran dispersos por diferentes espacios.

La iglesia de Santiago fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1931 y debió cerrarse al culto en abril de 2005, hace ya más de diez años.

Muy cerca de allí, la basílica de la Merced está siendo objeto de una intervención urgente al detectarse desprendimientos en su fachada principal, del siglo XVII.

El lento efecto del agua

Los desprendimientos son consecuencia directa de las filtraciones que se producen a través de las cubiertas y al carácter arenisco de la piedra con la que fue realizada. Por tanto, hay que actuar tanto en la fachada como en las cubiertas.

“Las obras han comenzado hace cosa de un mes, pero ya están muy adelantadas. Hemos empezado por la fachada y por la parte de arriba de la cúpula, con el objetivo de que al menos la fachada esté concluida para el 24 de septiembre, coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Merced”, explica Santiago Zurita, que lidera una plataforma ciudadana cuyo objetivo no es otro que el de sufragar el coste de estos trabajos.

El presupuesto inicial para la fachada oscilaba “entre 60.000 y 70.000 euros”, pero un trabajo de estas características “siempre van surgiendo cosas nuevas”.

Tanto es así que Zurita entiende que una vez concluyan las obras de las cubiertas el coste final del proyecto rondará los “250.000 ó 300.000 euros”. El Ayuntamiento se ha comprometido a aportar 60.000 euros, y el resto debe recaudarse a través de donaciones particulares. “La gente está respondiendo a pesar de que todavía no hemos empezado la campaña como tal. Se puede colaborar con muy poco, de 5 euros en adelante, aunque ya hemos tenido algún donativo de 1.500 euros. Estamos contentos de cómo va la cosa”, afirma.

De Santiago a San Miguel

En otro de los barrios históricos de la ciudad comienzan ahora sendos proyectos de rehabilitación de las antiguas ermitas de San Telmo y la Yedra. Meses atrás, la Hermandad del Cristo de la Expiración detectó un problema severo en las vigas que sostienen la techumbre del templo, que habían sido presas de la carcoma y amenazaban con venirse abajo.

La cofradía trasladó a sus imágenes titulares a la iglesia de San Francisco el pasado mes de junio, en la confianza de poder iniciar las obras de manera inmediata. Sin embargo, el cambio de gobierno en el Ayuntamiento ha trastocado esos planes iniciales, ya que la licencia de obras no ha obtenido el visto bueno municipal hasta hace apenas una semana.

“Realmente no ha sido culpa de nadie, simplemente que las cosas han venido así. La documentación se presentó antes de las elecciones, pero luego ha cambiado el Gobierno, se han repartido las áreas... Hemos perdido dos meses de oro, así que si en principio queríamos terminar en diciembre ahora nos vamos a ir a febrero, y con el problema de que con el inicio de la obra puedan surgir nuevas cosas”, advierte José Manuel García, que es el hermano mayor de la Hermandad de la Expiración.

Las obras se han iniciado hace apenas unos días con la colocación del andamiaje en el interior del templo y el desmontaje de las primeras tejas. Además, cuentan con el hándicap de que deben realizarse fuera de la temporada de lluvias porque la techumbre va a ser desmontada por completo.

El presupuesto del proyecto asciende a 180.000 euros, existiendo un compromiso municipal para sufragar algo más del 50 por ciento de los trabajos. La hermandad busca por tanto fondos para sufragar la otra mitad. “Se han distribuido bonos sociales para que la gente aporte lo que pueda, con el aliciente de que te puedes desgravar el 75 por ciento de la aportación. Además, posiblemente en octubre organicemos un concierto benéfico, con Jesús Méndez, y habrá que hacer más cosas”, explica José Manuel García.

El propio templo se va a convertir en fuente de financiación, ya que el subsuelo de la sacristía acogerá un columbario con capacidad para 800 urnas.

Las obras de la capilla de la Yedra van a limitarse a la recuperación de la fachada barroca del templo que corona la Plazuela. Está previsto que los trabajos se inicien este miércoles. Antes, el martes, las imágenes titulares de la Hermandad de la Yedra serán trasladadas a la parroquia de Madre de Dios, donde permanecerán hasta el próximo mes de noviembre.

“Hay que restaurar la piedra, que está muy deteriorada por el paso del tiempo, la meteorología y las intervenciones del hombre”, explica Ildefonso Roldán, hermano mayor de la Hermandad de la Yedra.

La fachada es una buen exponente del barroco andaluz, datando del siglo XVIII. El Ayuntamiento aportará 24.000 euros, que permitirán cubrir el 50 por ciento del coste de una intervención que permitirá devolver esta portada a su estado original.

Un enclave histórico que felizmente se ha recuperado

Mientras unas obras empiezan, otras están ya a punto de finalizar. Es el caso de la histórica capilla de la Jura, que data del siglo XV, está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y posee un gran interés histórico y tipológico.  Se cuenta que debe su nombre a la decisión adoptada en ella por parte de los caballeros de Jerez, que con su sangre juraron lealtad al rey Sancho IV y pidieron auxilio frente al asedio que estaba sufriendo la ciudad.

Durante años ha sufrido el abandono, siendo utilizada como almacén de la iglesia de San Juan de los Caballeros. Además, no fue rehabilitada tras el rayo que en 1981 dejó a este templo en situación de ruina, ya que entonces las actuaciones tuvieron otras prioridades. Las obras, que se encuentran ya prácticamente finalizadas, han contado con un presupuesto de 120.000 euros, asumido por el Ayuntamiento en su compromiso por conservar el patrimonio histórico.

Nuevas obras para la iglesia de San Mateo

La iglesia de San Mateo ha sido objeto de varios trabajos de restauración que hoy día garantizan su supervivencia. Con todo, restan por acometer algunas actuaciones, sobre todo en la sacristía, que está “en estado grave”, ya que “la techumbre se cae”. También hay que actuar en la espadaña, ya que su mal estado tiene a sus campanas ‘mudas’ desde hace ya más de tres años.

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