Salir por la izquierda es algo que no se creen los socialistas. Donde gobiernan han implantado medidas como las del PP
Si pones a un tecnócrata a dirigir un país, querrá que cuadren las cifras, cumplirá con Bruselas pero quizás sólo quiera ver números y no a las personas que están detrás. Para que salgan las cuentas en España se han ajustado el cinturón una mayoría que trabaja con salarios en precario que no les permiten llegar a fin de mes y los pensionistas. Mientras los ricos se han hecho más ricos y se han disparado las ventas de los coches de lujo. Los pobres griegos viven también en la miseria que Europa llama austeridad. Y sin embargo, ese pequeño país al oeste, Portugal ha contravenido las consignas y está saliendo de la crisis por la izquierda. El Gobierno del PP, ha recortado y recortado, las autonomías también, la sanidad está cada vez peor y más en manos privadas, los ayuntamientos amenazados de intervención, Montoro tiene más poder que nadie en este país, gracias a las medidas adoptadas por Rajoy. ¿Qué ha hecho el presidente vecino? Justo lo contrario: el Estado ha gastado más para reactivar la economía y ha subido los salarios más bajos y las pensiones. Fiscalmente esto debería ser desastroso pero mira por donde su déficit fiscal es el mejor desde 1974, 2’1 del PIB, y sus cifras de paro bajan más de cinco puntos, cuando en 2014, después de tres años de probar la austeridad eran del 15%. La economía portuguesa crece durante tres años seguidos, su PIB ha aumentado un 2,8% y lo hace a la vez que sube los salarios más bajos y las pensiones. Lo que se prometía como imposible se hace realidad, la economía se puede hacer de otra manera, no es la ciencia exacta que se nos quiere vender. Salir por la izquierda es algo que en España no se creen los socialistas, en las autonomías en que gobiernan han implantado medidas similares a las del PP a nivel nacional. Con este panorama, es normal que los españoles no apuesten por esta posibilidad por considerarla inviable. Pues para muestra, ahí tienen el botón. Cómo es posible que nuestro presidente no pare de hacer discurso diciendo que la economía va bien cuando la única opción que se ofrece a nuestros jóvenes es la emigración. Otras opciones más optimistas son posibles y viables, dejen de hacernos tragar resignación.