El tiempo en: Conil

Jerez

Un grupo de jóvenes la toma con los vecinos de la calle Nieves

“Nos rompen los espejos retrovisores y los guardabarros y se ríen de todos. Nadie nos hace caso", se quejan los afectados

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • La calle Nieves, se encuentra junto a La Rosaleda. -
  • Residentes de esta vía, situada junto a La Rosaleda, denuncian el vandalismo de un grupo de entre 15 y 20 jóvenes todos los viernes

“Han tomado nuestra calle como zona de delincuencia, rompen los retrovisores de los coches aparcados y los guardabarros, se ponen a fumar porros y, encima, cuando abrimos la puerta para llamarles la atención, se cachondean de ti y se ríen de todos”. Es el testimonio de una de las vecinas de las viviendas residenciales de la calle Nieves, junto a la zona de La Rosaleda, donde viven 14 familias, las mismas que desde hace poco más de un mes tienen que lidiar con el incivismo de un grupo de entre 15 y 20 jóvenes, la gran mayoría menores, según sospechan los residentes.

“Todos los viernes montan una escandalera, vienen sin mascarillas, incumpliendo la normativa, cogen las naranjas de la iglesia y se las tiran de unos a otros y los vecinos  llamamamos continuamente a la Policía, pero nadie nos hace caso. Y ahora la han tomado con los coches. Se van a las diez, cuando empieza el toque de queda”, señala esta afectada, a quien no le extraña que tengan “trapicheos raros”. “El domingo a la una me encontré a dos de ellos con su bici en una de las papeleras de la calle. Esconden algo, aquí vienen a por algo seguro”, añade. La Policía acudió hace varias semanas porque era tal el escándalo que se creían que había una pelea entre ellos.

Desde entonces, ningún agente de los cuerpos de seguridad ha vuelto a aparecer por la zona. Ya no saben a qué atenerse. Cada viernes el chat de los vecinos echa humo una vez que avisan de que “ya están otra vez aquí”. Desde ese preciso instante, da comienzo el jaleo, las trastadas y las llamadas a la Policía. Lo peor de todo, admiten, es que  temen que cualquier día el enfrentamiento vaya a más.

“El pasado martes el hijo de una vecina salió corriendo detrás de tres de ellos. Es que tenemos aquí en la puerta de casa prácticamente a una clase entera de un instituto y encima es que lo que quieren es que nos encaremos con ellos, parece que se alegran y todo”, se quejan. “¿Hasta cuándo vamos a aguantar esto?”, se preguntan indignados. Reclaman más seguridad y que los agentes hagan rondas los viernes para disuadir esa movida y el vandalismo que tienen que soportar. 

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN